Después del primer de los cuatro días que se alargan las celebraciones del Jubileo de Platino de la reina Isabel II, llegaba uno de los momentos más esperados y que más expectación generaba, ya que estaba previsto que la catedral de San Pablo sirviera de escenario para una misa que uniera a la familia real al completo.
Y, pese a que se anunciaban algunas ausencias importantes, incluyendo la de la propia monarca al sentir cierto “malestar”, o la del príncipe Andrés al dar positivo en coronavirus, esta ceremonia traería la primera imagen oficial del príncipe Harry y Meghan Markle junto al resto de la familia.
Aunque se pudo ver a la duquesa de Sussex en el interior del Palacio de Buckingham durante el Trooping the Colour, no ha sido hasta este mismo viernes cuando ha hecho su aparición oficial del brazo de su marido, el príncipe Harry.
Esta ha sido la primera imagen del matrimonio en Reino Unido después de las tensiones vividas en estos últimos dos años, especialmente derivadas del Megxit, proceso por el que abandonaron la primera línea de la realeza, y, como no, de la explosiva entrevista que concedieron a Oprah Winfrey en la que llegaron a acusar a la familia real de racismo.
Los duques han viajado con sus dos hijos desde su actual residencia en California hasta Reino Unido por primera vez. Archie, de tres años, tenía meses cuando abandonaron su país; y su hermanita, Lili Diana, ni siquiera había piso la tierra de su padre, por lo que es probable que su bisabuela la conocería ayer en persona. El príncipe Harry y su familia viajaron en jet privado y se están alojando en Frogmore Cottage, la que fuera su primera residencia matrimonial, ubicada en el complejo de Windsor, a escasos metros de la reina Isabel II, a quien hoy rinden tributo.