Fue el pasado sábado cuando la heredera al trono español hacía su esperada reaparición tras regresar del internado de Gales. Leonor disfrutaba de un planazo cultural junto al resto de la familia real. El rey Felipe, la reina Letizia y sus dos hijas asistían a los Teatros Canal para disfrutar de un espectáculo de danza flamenca, siendo captados por la prensa a la salida de las instalaciones. No es ningún secreto que los monarcas son unos grandes amantes de la cultura y siempre que pueden se escapan para gozar de la oferta cultural tan abundante que ofrece la capital.
Aunque la prensa llevaba días intentando inmortalizar a Leonor en el inicio de sus vacaciones de verano, el miembro de la Casa Real que acaparó la atención de los presentes fue su hermana, que ha experimentado un notable cambio físico, concretamente su sonrisa, gracias a la ortodoncia invisible. Tal y como captaban los fotógrafos que cubrían este programado plan de ocio, la infanta Sofía, a sus 15 años, se ha decantado por un diseño transparente de zafiro -que apenas se percibe- para alinear su dentadura y corregir las imperfecciones propias de su edad.
Lo cierto es que, a pesar de que hemos visto muchas veces a hija pequeña de los reyes en los últimos dos años, la obligación de la mascarilla en actos públicos ha hecho que no viéramos parte de su rostro durante todo este tiempo y, por lo tanto, no percibiéramos este detalle. La crisis sanitaria le habría animado a tomar la decisión de ponerse brackets y así evitar que viéramos el progreso de la corrección de su dentadura durante este tiempo. Es innegable que existe un gran cambio entre la dentadura que lucía en febrero de 2020 –su última aparición sin mascarilla- y la que muestra en la actualidad.
Mucho ha llovido desde entonces, pero nuestro actual monarca también necesitó una pequeña ayuda para lucir una dentadura perfecta. Los brackets metálicos que llevó en su infancia, eso sí, distan mucho de parecer a los modernos sistemas que tanto su esposa, la reina Letizia, como su propia hija, elegirían más tarde para sí mismas. Y es que hace doce años la imagen de la aún princesa de Asturias con el mismo tratamiento dental que su hija logró que la demanda se disparara, aunque Zarzuela se apresurara a desmentir la noticia y las innegables pruebas gráficas.