Londres se ha convertido estos últimos días en el centro del poder mundial. La muerte de Isabel II ha provocado que más de dos mil personas, entre los que incluímos mandatarios y jefes monárquicos de todo el mundo, se juntasen en la Abadía de Westminster para dar el último adiós a la que ha sido la reina de Inglaterra durante setenta años. Ese momento histórico ha dejado imágenes para el recuerdo, como el encuentro del rey Felipe VI y la reina Letizia con los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía, que se sentaron juntos dos años después de su último encuentro familiar en público.
Minutos después, Felipe VI y doña Sofía sí acudían a la misa posterior al funeral que se celebró en la capilla de San Jorge, en Windsor, mientras que Juan Carlos y Letizia declinaban al invitación. La reina tenía que coger un vuelo a Nueva York para poder continuar en la jornada del martes con su agenda, motivo por el que tuvo que abandonar Londres antes que su marido.
Al salir de la Embajada de España en Inglaterra para dirigirse al aeropuerto, la reina Letizia no dudaba en pararse a hablar rápidamente con el grupo de personas que esperaban para saludar. La mujer de Felipe VI se dejaba ver con una chaqueta azul de Carolina Herrera de 690 euros, unos vaqueros y una camisa de color blanco, un look más informal y distinto al que había lucido horas antes en el funeral de Estado de la reina Isabel II. Junto a ella se podía ver a Luz Valero, su peluquera, que viaja con ella a todos los actos oficiales.
Según vieron salir a la reina Letizia de la embajada, un grupo de personas de habla hispana esperaban ilusionadas a encontrarse con la mujer de Felipe VI. A grito de 'Viva la reina' y 'Viva España', Letizia se acercaba a ellos para presentarse de forma cercana y preguntarles qué tal estaban. "Hola, ¿Qué tal? Dios te bendiga. Dios te bendiga a tu familia", decían algunas de las mujeres que quisieron hablar de manera directa con la reina. Debido al ruido, Letizia no escuchó bien la última frase referida a su familia y no tuvo problema en repreguntar. "¿Cómo? Gracias, muy amable", respondía al entender bien lo que le habían dicho.
También mostró un gran interés cuando una de las mujeres quiso felicitarla por sus recién cumplidos 50 años. "Feliz cumpleaños con retraso, el mío fue unos días después", le decían. "¿Ah sí? ¿Cuántos cumpliste?", preguntaba la reina con cariño. Haciendo un gesto con la mano, Letizia Ortiz se despedía de la multitud explicando que tenía que marcharse al aeropuerto para coger un vuelo de Nueva York.