La boda de Rainiero de Mónaco con la estrella de Hollywood Grace Kelly puso el toque de glamour más exclusivo a este principado europeo. Tras esta, las bodas de su descendencia han tenido un carácter más bien discreto. Carolina, la primogénita de Rainiero y Grace, y ha asistido a la boda de los tres hijos que tuvo con Stefano Casiraghi, fallecido trágicamente en un accidente deportivo. No dudamos de que la princesa monegasca disfrutó viendo como sus hijos se casaban con las parejas que habían elegido, pero se podría afirmar que la boda de Carlota Casiraghi con Dimitri Rassam es la favorita de Carolina de Mónaco.
Carolina de Mónaco es amiga de Carole Bouquet desde hace décadas. A ambas mujeres les une la desgracia personal de haber perdido al amor de su vida de manera temprana y trágica. Pero la vida no deja de dar sorpresas, y ahora, además de su amistad, se han convertido en familia al ver cómo sus hijos se enamoraban y decidían casarse y formar una familia, ya que Dimitri es hijo de Carole Bouquet y del desaparecido productor de cine Jean-Pierre Rassam. El hijo que tienen en común Carlota y Dimitri, el pequeño Balthazar, es un nexo de unión entre ambas mujeres para toda la vida.
Como es tradición en el Principado de Mónaco, se celebraron dos bodas, una civil y una religiosa. La ceremonia civil fue muy discreta, y tuvo lugar el 1 de junio de 2019 en el Palacio Grimaldi. Apenas se conocen detalles de esta boda civil, ya que solo asistieron los más allegados a la pareja y no se compartieron detalles con la prensa.
Sí sabemos que llevó dos vestidos, uno diseñado por Anthony Vaccarello para la firma Saint Laurent, muy original en color gris, corto y con lazos en la parte delantera. Parecía un homenaje al que llevó su abuela Grace cuando se casó con Raniero de Mónaco en 1956. Para el banquete y la fiesta posterior el vestido elegido fue otro homenaje a Grace Kelly. Era de Chanel, y con él parecía, como lo fue su abuela, una verdadera estrella de cine de los años 50.
Pero fue la ceremonia la religiosa la que parecía un homenaje a Carolina de Mónaco. Se celebró en la abadía Sainte-Marie de Pierredon, situada en Saint-Rémy-de-Provence. En este pueblo se refugió Carolina de Mónaco tras la muerte de su marido, por lo que Carlota pasó allí parte de su infancia. Que este fuera el lugar elegido para el enlace emocionó, sin lugar a dudas, a Carolina.
Pero no faltaron otros detalles que le hicieron saber lo importante que es para su hija y el resto de su familia. Posiblemente el más destacado es el discurso que hizo su hermano, Alberto de Mónaco, en el hubo cabida para homenajear a Stephano Casiraghi, como un gesto de amor hacia su hermana y su sobrina que, al parecer, hizo que se les saltaran las lágrimas a todos los presentes.