Preocupación en Noruega por el estado de salud de Mette-Marit, mujer del príncipe Haakon y futura reina consorte del país. La casa real noruega fue la encargada de informar, hace unos días y vía comunicado, de que la princesa heredera se mantendría alejada de sus responsabilidad y estaría de baja por enfermedad durante, por lo menos, dos semanas. La causa (aunque no confirmada oficialmente) se asocia en el país con la fibrosis pulmonar que padece desde hace un lustro, sobre la que recientemente su marido se mostraba optimista. La repentina noticia sobre el estado de salud de Mette-Marit ha generado cierta inquietud en tierras escandinavas, mientras su marido afronta su agenda en solitario.
Lo cierto es que la mujer de Haakon lleva ya de baja desde el día 13 de septiembre, cuando la casa real informó sobre ello. Todo parecía marchar sobre ruedas durante el verano. En julio, en una entrevista Haakon de Noruega habló de forma positiva de la salud de su mujer, pese a "su diagnóstico grave", confirmando que se encontraba estable y poniendo en valor su fuerza. En agosto, la situación se mantuvo igual: fue cuando tuvo lugar la multitudinaria celebración por el cincuenta cumpleaños de la pareja de príncipes (que festejaron la fecha de forma conjunta, ya que sus cumpleaños distan apenas un mes).
La situación parece que empezó a complicarse a finales de mes, cuando se canceló una visita a la localidad de Træna y se explicó que debía "descansar". Desde entonces, han sido escasas las apariciones de la mujer del príncipe, que ha desaparecido completamente de la esfera pública desde que se tuvo constancia de su baja. Ha sido su marido quien, en solitario, ha ejercido la lista de compromisos que la pareja tenía previstos durante estas semanas. Mette-Marit ha estado ausente, por ejemplo, en ocasiones señaladas como el Jubileo de Oro del rey Gustavo de Suecia.
Fue en 2018 cuando a la princesa se le diagnosticó la fibrosis pulmonar. Se trata de una patología degenerativa y crónica, que, tiene a provocarle la cicatrización del pulmón. Las consecuencias más evidentes son la creciente dificultad para respirar y la fatiga. Los pacientes que la sufren tienden a cansarse fácilmente, por lo que siempre se les recomienda reposo, lo que choca de forma directa con la agenda de eventos y actos asociada a un cargo como el de Mette-Marit. Es por eso que, habitualmente, la princesa apenas realiza, por ejemplo, viajes al extranjero.