La coronación de Carlos III y la reina Camilla fue todo un acontecimiento, para los británicos y para el mundo entero. Nadie quiso perderse este momento histórico, lleno de solemnidad, tradición y algunos guiños especiales que dejaron ver la personalidad de la pareja.
Todas las miradas estaban puestas en la reina Camilla, en su vestido blanco bordado con detalles dorados (que incluía recuerdos a su historia de amor con su marido, pero también un guiño a sus perros), pero también en las mujeres que le acompañaban, asegurándose de que no encontrara ningún obstáculo en su llegada a la abadía de Westminster.
Vestidas también de blanco, fueron escogidas personalmente por la Reina para cumplir con esta función, una de ellas era su hermana, Annabel Elliot, la otra, su gran amiga Fiona Shelburne, marquesa de Lansdowne.
Lady Lansdowne es amiga de Camilla desde hace años, ella es una de las mujeres de confianza de la Reina, a quienes ella ha designado en lugar de las tradicionales ‘damas de compañía’ que históricamente se encargaban de ayudar a la Reina. Camilla considera que estas funciones las cumplen ya las secretarias que hace años la acompañan y por eso ella ha prescindido de estas figuras, escogiendo en su lugar a un reducido grupo de mujeres a las que ha nombrado ‘compañeras de la Reina’.
Fiona Shelburne fue designada además para acompañarla durante la coronación, evitando que pudiera haber algún percance. Como deferencia y gesto de cariño, fue una de las personas que salió al balcón tras la ceremonia, algo que no estaba programado, tal y como explicó para el ‘Daily Telegraph’. “Supimos que salíamos al balcón de Buckingham un minuto antes. Fue un pequeño regalo para nosotras y los niños”.
Fiona ha estado en los mejores momentos de la vida de Camilla, pero también ha estado en los peores, cuando ella era la enemiga pública número uno. "Estaba sola, sin ninguna protección. Ahí era donde podíamos ayudarla: venía y se quedaba con nosotros con los niños", contó Shelburne en el ‘Sunday Times’.
También fue quien se encargó de defenderla tras las acusaciones del príncipe Harry en su biografía, donde hablaba duramente de su madrastra, diciendo de ella que era “peligrosa” y una “villana”. “Por supuesto que la duele, pero no deja que le afecte”, explicó Lansdowne. “Su filosofía siempre ha sido: ‘No le des importancia y acabará pasando’”.
Fiona es marquesa de Lansdowne por matrimonio, está casada con Charlie Maurice Petty-Fitzmaurice, el noveno marqués de Lansdowne, desde 1987. Reside en Bowood House, en Whiltshire, con su marido y sus tres perros (Tinker, Tulip y Maud), una construcción georgiana con un histórico jardín y un lago que ha pertenecido a la familia del marqués desde 1754.
Lady Lansdowne, de 68 años, es diseñadora de interiores y cuenta con su propio estudio desde hace más de 30 años. Ella se ha encargado de diseñar algunas de las estancias de su hogar y, según confirmó a la revista ‘The English Home’, no concibe un hogar sin chimenea o sin perros.