Este mes de octubre se está convirtiendo en el de mayor exposición mediática de la princesa Leonor. El habitual hermetismo y discreción de la familia real española, en especial respecto de la heredera al trono y su hermana, la infanta Sofía, se ha visto superado por la apretada agenda de la primogénita de los reyes Felipe VI y Letizia en las últimas semanas. Su incorporación a la Academia Militar de Zaragoza el pasado agosto dio comienzo a una nueva etapa vital para ella y una incesante sucesión de citas de primer nivel. Tras su jura de bandera y con el juramento de la Constitución en el horizonte, ha llegado el turno de su última participación como menor de edad en los Premios Princesa de Asturias 2023.
Cinco han sido las ocasiones en las que la hija mayor de los monarcas ha tenido un papel destacado en la ceremonia de entrega de los galardones, desde que se estrenase con su primer discurso en 2019, con solo trece años (la misma edad con la que debutó su padre en su día). En esta ocasión, y debido a las circunstancias mencionadas, sus palabras han tenido un peso especial. Pero, además, como ocurre en cada aparición de un miembro de la familia real, sus movimientos han sido escrutados al detalle.
Uno de ellos ha sido verdaderamente revelador. La emisión en directo ha captado a la familia real española al completo en su traslado y llegada al teatro Campoamor. Y, más allá de los posados y los pertinentes saludos a las autoridades antes de entrar a la ceremonia propiamente dicha, las cámaras han grabado los momentos más espontáneos de la familia mientras esperaban a que les diesen paso a la sala principal del teatro. De espaldas y juntos, Felipe, Letizia, Leonor y la infanta Sofía han compartido unos instantes de cierta naturalidad.
Ha sido entonces cuando hemos podido ver a las dos hermanas compartiendo momentos de complicidad, con Leonor cogiendo del brazo a la benjamina de la familia, que ha estado haciendo preguntas a su padre. Presente en este momento se encontraba también la reina emérita doña Sofía, habitual en la cita, que a diferencia del resto de la familia, ha ocupado un sitio en los asientos de la sala, no sobre el escenario principal.
Y justo cuando se alejaba de su hijo, su nuera y sus dos nietas, ha habido un revelador gesto hacia ella por parte de la primogénita. Al retirarse, se puede ver cómo Leonor estira su brazo para realizar un ademán de cariño hacia su abuela paterna, una relación (la de la emérita con sus dos nietas) que ha sido escrutada y analizada siempre.