Todas las miradas están puestas en los príncipes de Gales. Su posición en la familia real británica es responsable de que todo lo que hacen sea observado con lupa y analizado al detalle, por eso ellos quieren mostrar su mejor versión siempre.
También por eso quieren que sus hijos se vayan acostumbrando poco a poco a ser el centro de atención siempre que aparecen en alguna cita familiar. Es imposible evitarlo, la espontaneidad de los más pequeños de la casa siempre se convierte en protagonista, pero Guillermo y Kate quieren que sus hijos disfruten de eso sin renunciar al aprendizaje que les corresponde como herederos.
No es raro que las travesuras de George, Charlotte y Louis copen los titulares y sus padres quieren que siga siendo así, evitando que sean las rabietas o los comportamientos poco adecuados en público.
Quieren que sean niños, pero sin olvidar que son Windsor y para eso la educación es esencial, tanto en las aulas como en casa. Para ayudarles en esta labor, cuentan con la española María Teresa Turrión.
María ha estado haciéndose cargo de los hijos de los príncipes de Gales desde 2014, un año después del nacimiento de George. Durante el tiempo que la familia estuvo viviendo en el apartamento 1A del palacio de Kensington, la palentina les estuvo acompañando como interna, conviviendo con ellos en todo momento. Ahora que se han mudado a Adelaide Cottage, las cosas son diferentes.
Esta es una vivienda más pequeña y la falta de dormitorio extra ya hacía presagiar que se avecinaban cambios en el acuerdo con Turrión, que ahora vive en una casa aparte. Según apuntan algunos medios británicos, este cambio se debe a la intención de Kate de implicarse mucho más en la educación de sus hijos, algo lógico teniendo en cuenta que una de sus misiones como princesa de Gales es la educación temprana en la infancia.
El papel que las niñeras han tenido para los Windsor siempre ha sido destacado, la de los príncipes Guillermo y Harry incluso acudió a sus bodas. Se espera de María que sea un apoyo para los niños, pero también que les proteja en caso de peligro y que busque maneras de entretenerles que resulten estimulantes y se ajusten a las normas establecidas por sus padres.
Quieren que los niños prueben sabores nuevos, para que no sean maniáticos a la hora de comer, que jueguen al aire libre, para lo que María opta por actividades como la bicicleta o la jardinería, también tienen sus momentos de juegos con dispositivos electrónicos.
Turrión se formó en la academia más prestigiosa de Reino Unido: Norland College, y fue una de las mejores de su promoción. Gracias a sus orígenes españoles, los pequeños hablan un poco el idioma y suelen vestir firmas españolas. Kate y Guillermo quieren educar a sus hijos “sin tonterías” y parecen haber encontrado en María, que se lleva estupendamente con toda la familia, a la persona perfecta para ayudarles a que así sea.