En enero de 2022, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin anunciaron que, de común acuerdo, habían decidido "interrumpir su relación matrimonial". Aquel comunicado, que se hizo público a través de la agencia EFE, llegó unos días después de que el exjugador de balonmano fuese fotografiado de la mano con Ainhoa Armentia, la mujer que trabajaba con él en el despacho de abogados y que actualmente es su pareja. Los protagonistas quisieron en aquel momento subrayar que el compromiso con sus cuatro hijos permanecería "intacto" y pidieron "máximo respeto" a todo lo que les rodeaba.
Ahora, casi dos años después de aquello, Cristina e Iñaki han firmado el divorcio. La revista ¡HOLA! publicaba este miércoles que, después de 26 años de matrimonio, la infanta y su ex firmaron el divorcio el pasado mes de diciembre en secreto en Barcelona, la ciudad en la que nacieron sus hijos.
Según apunta el medio citado, Iñaki "no recibirá indemnización ni pensión". Llegaron a un acuerdo económico para cubrir los gastos comunes de sus hijos y tener los dos las mismas oportunidades dada la diferencia de ingresos entre ambos. "Es una cantidad que variará según las necesidades", aseguran. Además, la propiedad de Bidart seguirá siendo de Cristina (única propietaria), aunque cuando sus hijos acudan a esta localidad francesa para estar con su padre, Iñaki también podrá usarla.
Una de las principales consecuencias de esta firma es la retirada de escoltas a Iñaki Urdangarin. A pesar de que él pidió tras su separación que se le mantuviese la seguridad, este paso que pone fin a su matrimonio implica perder ese privilegio. Según publicaba hace unas semanas Vanitatis, la infanta Cristina está "satisfecha con todo lo acordado" y pone fin a "uno de los dolores de cabeza" que tenía, las críticas que han recibido estos últimos años porque el padre de sus hijos siguiese teniendo seguridad del Estado.
Aunque ya lo hace desde que decidieron "interrumpir su relación matrimonial", con la firma del divorcio Iñaki Urdangarin quedaría en un segundo plano y abandonaría el ámbito público. Es cierto que desde que comenzó su relación con Ainhoa Armentia, el que fue marido de la infanta Cristina ha querido mantener un perfil bajo y no formar parte del revuelo mediático.
El medio citado anteriormente, tras una conversación con el entorno de la pareja, asegura que Iñaki "tiene muchas ganas de pasar a ser un personaje anónimo" y que no querría aparecer en los medios, dar entrevistas ni escribir un libro, tal y como se comentó en el pasado. "Quiere cerrar la puerta de su pasado para poder seguir con su vida como está haciendo ahora, tranquilo y alejado de los focos", comentan.
En cuanto a la custodia de sus hijos no hay problema, ya que los cuatro hijos que tienen en común y que les unirán de por vida son mayores de edad. Por eso se comentó en el pasado que esperarían a firmar el divorcio cuando Irene, la pequeña de los cuatro, cumpliese 18 años, algo que ocurrió el pasado mes de junio.
La noticia más inesperada de esta firma de divorcio es que los planes de Iñaki y Ainhoa Armentia, según adelanta la revista ¡HOLA!, serían los de pasar por el altar. Por el momento, ni Cristina ni su ya exmarido han querido emitir un comunicado para hablar de la nueva etapa que comienza en sus vidas tras firmar el divorcio.