El joyero de la difunta reina Isabel II estaba compuesto por una enorme colección de más de 300 piezas valoradas en más de 110 millones de dólares, entre collares, pendientes, anillos, broches y tiaras. Algunas pertenecieron a las reinas Victoria y Mary, otras fueron adquiridas por la monarca a lo largo de su longeva vida.
Muchas de estas joyas han pasado a manos de Camilla Parker, algunas incluso antes de su coronación como reina, entre las que ocupan un lugar destacado la tiara ‘Greville’, la tiara de rubíes de Birmania o el collar de la coronación.
Estas son algunas de las fabulosas joyas que ha heredado la reina Camilla de la reina Isabel II de Inglaterra.
El collar de diamantes de Garrad con el colgante de Lahore fue una de las joyas que Camilla llevó el día de la coronación. Se trata de una pieza con 25 diamantes en talla brillante que han lucido en su coronación todas las reinas desde 1902.
También en la coronación usó una de las joyas más valiosas del joyero real. Se trata de la corona Imperial, que es la misma que usó la reina Isabel II el día de su coronación y está formada por 2.868 diamantes, 273 perlas, 17 zafiros, 11 esmeraldas, y 5 rubíes
La Tiara Greville es una de las joyas más impresionantes y de mayor valor del joyero real. Perteneció a Margaret Helen Greville y tras su fallecimiento fue heredada por la Reina Madre. El diseño original en forma de panal de abeja de Boucheron es de 1920, aunque fue rediseñada por Cartier por encargo de la Reina Madre, que añadió seis hornacinas con diamantes.
Otra de las joyas históricas es la Tiara de las damas de Gran Bretaña e Irlanda, conocida como ‘la Abuela’ y una de las favoritas de la reina Isabel II. Se trata de una pieza fabricada por Garrard que el rey Jorge V regaló por su boda a su esposa, María de Teck, en 1893. La joya original estaba hecha con perlas, pero fueron sustituidas por diamantes en 1920.
Esta corona se fabricó en 1821 para la coronación del rey Jorge V y está compuesta por una base de dos filas de perlas sobre la que se asientan cardos, rosas y tréboles, que simbolizan Inglaterra, Escocia e Irlanda, con más de 1333 diamantes engastados.
Este conjunto, formado por una tiara, unos pendientes y una gargantilla con zafiros de diferentes tallas tienen orígenes muy distintos y todos pertenecen al joyero real. La tiara fue originalmente una gargantilla que perteneció a la Princesa Luisa María de Bélgica, pero fue transformada en tiara cuando fue adquirida por la reina Isabel II en 1963. La gargantilla y los pendientes (también una pulsera) fueron regalos que hizo a Isabel II su padre, el rey Jorge VI, con motivo de su boda con Felipe de Edimburgo.
Esta tiara fue creada en 1911 por Garrard con motivo de la coronación del rey Jorge V y la reina María, con piezas desmontadas de la tiara Boucheron. Está fabricada con diamantes talla brillante y lagrima engastados en filigranas con forma de bucles y festones.
Esta es una de las joyas más recientes del joyero real, fue fabricada para la reina Isabel II en 1977 con diamantes y los 96 rubíes que le regaló el pueblo de Birmania con motivo de su boda con Felipe de Edimburgo, que fueron montados en forma de rosas Tudor rodeadas de hojas blancas.
Otra de las joyas que ha heredado Camilla es un broche de diamantes con forma de flores de cardo, la flor nacional de Escocia. Perteneció a la Reina Madre, escocesa de origen, que en diversas ocasiones decidió lucirlo prendido en sus sombreros.
Camilla estrenaba este verano en Ascott el broche de concha, denominado Scallop-Shell una joya con forma de vieira que recibió como regalo la Reina Madre en 1944. Se trata de una joya con forma de concha que diseñó el barón Courtauld Thomson fabricada con diamantes y con una perla central.
En el funeral de la reina Isabel II llamó la atención que Camilla eligiera el broche del jubileo de diamantes de Hesse, una joya con forma de corazón con el número 60 en eslavo grabado en el interior, que perteneció a la princesa Alicia, gran duquesa de Hesse y del Rin. Está fabricado con diamantes y cuenta con tres zafiros, uno talla cabujón en la parte superior y dos en forma de lágrima en la inferior.