Dos meses después de su intervención, Kate Middleton reaparecía este fin de semana a través de las redes sociales del Palacio de Kensington con motivo del Día de la Madre. La mujer del príncipe Guillermo lo hacía en un posado junto a sus tres hijos, sin embargo la fotografía fue retirada horas después por las principales agencias, que alegaron "inconsistencias" y "señales" de que había sido manipulada digitalmente.
Tras el revuelo ocasionado, la propia Kate Middleton ha emitido un comunicado para aclarar lo sucedido y admitir que la fotografía estaba retocada. "Como muchos fotógrafos aficionados, de vez en cuando experimento con la edición. Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que compartimos ayer. Espero que todos los que lo celebren hayan tenido un muy feliz Día de la Madre", ha dicho a través de las redes sociales.
La publicación de esa fotografía familiar tomada por el príncipe Guillermo parecía una forma de calmar las teorías sobre el estado de salud de Kate Middleton que han ido surgiendo por el silencio de la casa real británica estos últimos meses. Sin embargo, la imagen fue vista al instante por millones de personas que no tardaron en darse cuenta de "manipulaciones evidentes" en la fotografía.
Uno de los detalles era el final de la manga derecha de Charlotte, la hija pequeña del matrimonio, que hacía parecer que su muñeca había sido desplazada. Otros también se fijaron en la mano del príncipe Luis, que aparece más borrosa que el resto de la imagen. También la cremallera de la chaqueta de Kate, que no estaba alineada, así como su pelo o la ausencia de su anillo de casada.
Este revuelo ha surgido tan solo unos días después de que la mujer del príncipe Guillermo fuese fotografiada por primera vez desde el pasado mes de diciembre. Desde que recibió el alta hospitalaria, Kate ha permanecido en Adelaide Cottage, el que es su domicilio en Windsor, y la pasada semana los paparazzis lograron una fotografía suya sentada de copiloto en un coche junto a su madre, Caroline, que era la encargada de conducir.
Tapada con unas gafas de sol que cubrían su, la princesa de Gales mantuvo un gesto en el que se podía notar una ligera sonrisa. Junto a ellas, no había ningún otro pariente ni guardia de seguridad. En el momento que la fotografía fue tomada, ambas se encontraban por los alrededores del Castillo de Windsor, aunque se desconoce hacia dónde se dirigían. Esa fotografía también provocó distintas teorías, todas ellas provocadas por el misterio que se mantiene sobre su estado de salud a raíz del silencio que ha decidido mantener la casa real británica.