La familia real británica vive un momento complicado tras anunciar que a Kate Middleton se le ha diagnosticado cáncer. Durante las semanas que todo el mundo se preguntaba por su paradero, resurgió con fuerza el rumor de que el príncipe Guillermo y Rose Hanbury eran amantes, algo que ella desmintió a través de sus abogados. Hemos escuchado hablar de esta joven aristócrata, ex amiga de la princesa de Gales, desde 2019, a pesar de estar casada con David Cholmondeley, uno de los hombres más influyentes de Inglaterra. Te contamos quién es el marido de Rose Hanbury y por qué es tan importante dentro de la casa real británica.
David Rocksavage (63), que es su verdadero nombre, es el séptimo marqués de Cholmondeley y ha ocupado durante más de tres décadas un puesto relevante en la monarquía. Se trataba del de Lord Gran Chambelán, el sexto de los grandes oficiales del Estado, que implica un cargo en el Palacio de Westminster y, en especial, en la Cámara de los Lores. Desde 1990 se ocupó de guiar a la difunta reina Isabel II en los momentos más importantes de su mandato y era el encargado de la apertura y el cierre del Parlamento.
Tras la muerte de la reina, se le ha adjudicado el puesto de consejero de Carlos III y se le ha nombrado Lord-in-Waiting, que supone ser secretario privado a perpetuidad. Para alcanzar este puesto, ha sido esencial que el linaje de David Cholmondeley esté entrelazado con familias poderosas, como los Rothschild y los Sassoon, que acumulan una gran riqueza y tienen mucha influencia en el país.
Así es como denomina la prensa británica al grupo de aristócratas rurales que residen en la campiña del condado de Norfolk, entre los que se encuentran David Cholmondeley, su esposa Rose Hanbury y los príncipes de Gales, Guillermo y Kate. El club del nabo o los 'Turnip Toffs' cuenta con otros nombres reconocidos dentro de la aristocracia, como Sofía Carter, hija de un magnate de la construcción, y su esposo Robert Snuggs, o Tom y Polly Coke, condes de Leicester, entre otros.
Que David Choldmoney pertenezca a este selecto grupo se debe no solo a su linaje, sino también a su gran fortuna. Está considerado uno de los hombres más ricos del país, con un patrimonio valorado en 120 millones de libras. Además de gestionar este capital y sus numerosas propiedades, obtenidas por las herencias recibidas, David ha sido director de cine, adaptando la novela Otras voces, de Truman Capote, para la gran pantalla.