Kate Middleton, la princesa de Gales, ha anunciado esta tarde que padece un cáncer. La noticia, anunciada por ella misma en un vídeo compartido en las redes sociales de Kensington Palace, ha puesto fin a semanas de especulaciones y rumorología respecto a su estado de salud desde que se supo, a mediados del mes de enero, que había tenido que someterse a una intervención debido a un problema abdominal. Kate admite estar "bien" y comenzando un proceso de quimioterapia. En estas primeras horas tras la noticia, el foco se ha puesto sobre su entorno más próximo y, muy en concreto, sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, a los que ella misma ha mencionado en su reaparición.
Fue en el año 2001 cuando Kate y el príncipe Guillermo se conocieron por primera vez. Sucedió en la Universidad de St. Andrews, Escocia, donde ambos estudiaban Historia del Arte. Lo cierto es que ambos habían participado con anterioridad en el mismo curso de voluntariado en Chile, aunque no llegaron a coincidir temporalmente. En su época universitaria coincidieron en las clases y, como se ha relatado a lo largo de estos años, el heredero al trono inglés sintió un verdadero flechazo.
En 2003 comenzaría la relación sentimental entre ambos. Siete años después se anunció oficialmente el compromiso. La boda llegaría en abril de 2011, en la abadía de Westminster, convirtiéndose en uno de los enlaces reales más destacados de las últimas décadas. Adquirieron entonces el título de duques de Cambridge, que cambiaría en el año 2022, al fallecer la reina Isabel II y ascender el rey Carlos III, recibiendo entonces la distinción de príncipes de Gales en condición de pareja heredera al trono. Y, una vez casados, comenzaron a formar una familia numerosa.
Los tres hijos de la pareja, los príncipes George, Charlotte y Louis (Jorge, Carlota y Luis, en castellano), tienen diez, ocho y cinco años de edad, respectivamente. Aunque sus padres guardan de forma estricta las informaciones que se difunden sobre ellos, sí han trascendido algunos datos personales sobre los niños y la intimidad familiar en todo este tiempo.
El primogénito de los príncipes de Gales nació el 22 de julio de 2013, más de dos años después de producirse el matrimonio. Actualmente ocupa, tras su padre, el segundo lugar en la línea de sucesión al trono, al que, teóricamente, debería ascender en el futuro.
Se sabe que es un pequeño amante de la cocina italiana y que es muy aficionado a la hípica y a la vida campestre. Expertos en la familia real británica aseguran que ejerce a la perfección su papel de hermano mayor, que le gusta ayudar en casa y que en los últimos años ha comenzado a tomar consciencia de su futuro rol institucional.
Poco menos de dos años después del nacimiento de George llegó Charlotte, la única hija de la pareja, tercera en la línea de sucesión tras su padre y su hermano mayor, y la primera princesa británica en nacer desde los años noventa. En lo académico, la niña y sus hermanos han seguido pasos idénticos por ahora, con formación Montessori y asistiendo a los mejores colegios del país.
'Lottie', como se refiere a ella la familia, es una gran amante del deporte, los animales y la jardinería (lo que la ha unido mucho a su abuela materna, la madre de Kate). Además, se sabe que habla español gracias a su institutriz y que le encanta picotear guisantes crudos.
El benjamín de la familia nació en abril de 2018, llevándose menos de tres y cinco años con sus hermanos mayores. Quinto en la línea sucesoria, el pequeño Louis se ha convertido, pese a la protección de sus padres, en uno de los miembros más visibles de la familia, debido a las espontáneas escenas que protagoniza en sus apariciones públicas junto a su familia, lo que ha derivado en que tenga muchos seguidores de sus muecas y travesuras en redes sociales.
Sus padres han dicho de él que es un dormilón (se quedó casi dormido durante su bautizo), pero también un todoterreno cuando está despierto. Le gusta andar en patinete y bicicleta, ver trabajar a excavadores y tractores, y es un fan declarado de la remolacha.