Los actuales reyes de Dinamarca, Federico y Mary, llevan meses en boca de todos por motivos tan sonados como su coronación, tras abdicar la reina Margarita en favor de su hijo y verse él envuelto en diferentes rumores. A pesar de que los últimos tiempos han sido algo convulsos, la pareja parece dispuesta a superar su distanciamiento. Cuando van a cumplirse 20 años de su boda, recordamos cómo se conocieron Federico y Mary de Dinamarca.
En el año 2000, los Juegos Olímpicos se celebraron en Australia, el país donde nació y creció Mary Donaldson. Licenciada en Derecho y Comercio, se encontraba una noche tomando unas cervezas con unos amigos en el bar The Slip Inn, en Sidney. Allí se encontraba también Federico, junto a su hermano Joaquín y otros royals europeos, como Marta Luisa de Noruega y Nicolás de Grecia.
Fue Federico el que se acercó a Mary para entablar conversación con ella que, tal y como contó más tarde, no sabía que aquel joven era el heredero a la corona danesa. Lo que sí ocurrió es que la conexión entre ambos fue tan intensa que ya no pudieron dejar de hablar el resto de la noche.
Cuando Federico tuvo que regresar a Dinamarca, ninguno quiso terminar con aquella relación que había surgido de la manera más inesperada. Así que mantuvieron el contacto por email y por llamadas telefónicas. La actual reina de Dinamarca reconoció que durante esa época las palabras cobraron gran importancia, porque eran la única forma de comunicación que tenían. Aún así, Federico viajaba de incógnito a Australia para verla siempre que podía.
Para que la relación prosperase, Mary sabía que tenía que adquirir algunos compromisos y formarse debidamente. Se trasladó a Dinamarca, no sin cierto miedo, y comenzó a estudiar danés de manera rigurosa y concienzuda. Además, aprendió todo lo referente a asuntos de protocolo, la historia de Dinamarca y, muy especialmente, quiénes eran los antepasados de Federico. Sabía que en algún momento tendría que conocer a la reina Margarita y quería estar perfectamente preparada.
Cuando la reina Margarita se dispuso a conocer a Mary Donaldson, ya había asumido que su hijo estaba completamente enamorado de ella y que nada de lo que le dijera podría hacerle cambiar de opinión acerca de sus planes de futuro. Mientras, la australiana quería ser aprobada a toda costa por la reina para que Federico no perdiera su derecho al trono.
El entendimiento entre las dos mujeres fue excelente desde el primer momento, al igual que la acogida de la relación por parte de los daneses. Así, el 14 de mayo de 2004 se celebró la gran boda real en Dinamarca, que se vivió con un gran júbilo en el país. Han pasado 20 años desde entonces, y confiamos en que sean muchos los que queden por delante como matrimonio a los actuales reyes de Dinamarca.