Ernesto de Hannover, el todavía marido de Carolina de Mónaco hace tiempo que pasó página, superando su relación con la princesa, y ahora ha rehecho su vida al lado de Claudia Stilianopoulos, la hija menor de Pitita Ridruejo. Una relación que se confirmó en 2021 y que cogió a todo el mundo por sorpresa.
Si bien es habitual leer titulares en los que Ernesto de Hannover es el protagonista, lo es más por sus polémicas y encontronazos con sus hijos que por su vida sentimental. Sin embargo, las imágenes que confirmaban su romance con Claudia no dejaban lugar a dudas y ponían de manifiesto que Ernesto estaba viviendo una nueva etapa en su vida.
Una mucho más tranquila, porque parece que con el paso del tiempo se ha ido relajando y recuperando de sus problemas, alejando de escándalos e incluso acercando posturas con sus hijos, compartiendo con ellos momentos junto con sus nietos. Esto no quiere decir que Claudia sea la responsable de esta mayor estabilidad en la vida del príncipe, pero no deja de ser una coincidencia que ambas cosas sucedan a la vez.
Claudia es la hija pequeña de Pitita Ridruejo y el diplomático filipino Mike Stilianopoulos. La discreción siempre ha sido la máxima de esta familia de la alta sociedad, es algo que el matrimonio inculcó en sus hijos y que Claudia ha hecho propio. La joven ha sabido mantenerse al margen de polémicas, pero también de cualquier otro tipo de interés que pudiera despertar en los medios de comunicación.
Claudia ha intentado mantener siempre un perfil bajo y es considerada la más bohemia de entre sus hermanos, tal vez por su gran interés en el arte, que fue foco de sus estudios y también lo ha convertido en su profesión, además de ser su gran pasión. Educada en los mejores colegios y con una educación exquisita, ha sabido moverse para poder dar a conocer su obra y explotar su talento.
Se dio a conocer gracias a la escultura, llegando a participar en la feria Art Basel Miami, también ha probado suerte en el mundo de la pintura, una pasión que, como aseguran en El Mundo, compartió con su padre, aunque este nunca llegó a explotarla. Las obras de arte de Claudia Stilianopoulos no solo pueden verse, también pueden comprarse, pudiendo llegar a costar hasta 7000 euros las piezas más grandes.
En su carrera artística contó con el apoyo de quien era su marido en ese momento, el artista conceptual Juan Garaizábal, nieto del fundador de Viajes Marsans; junto a él tuvo dos hijas, Olivia y Casilda. Tras el divorcio, Garaizábal rehacía su vida y se casaba de nuevo en 2012 con la asesora de estilo María León, un matrimonio que apenas duró seis meses.
A pesar de la sorpresa inicial al descubrir la relación entre Claudia y Ernesto, parece que la pareja ha encontrado el equilibrio y la felicidad en el otro, pues poco a poco van consolidando su romance y afianzándolo.