La vida de Meghan Markle cambió radicalmente cuando conoció y se enamoró del príncipe Harry. Dejó su carrera como actriz y se convirtió en duquesa de Sussex, algo que no duraría demasiado tiempo, pues la pareja tomaba la decisión de renunciar a su posición en la corona y volver a Estados Unidos, de donde es ella.
Esta no era la primera vez que cambiaba de vida, a causa de su trabajo, Meghan tenía que vivir en Canadá, donde se grababa Suits, la serie que le dio la fama y que abandonó por amor. Fue precisamente en esa etapa, mientras su carrera se afianzaba y comenzaba a recoger los frutos de su duro trabajo, cuando se divorció de su primer marido, el productor Trevor Engelson.
La historia de amor de la pareja comenzó cuando Meghan era muy joven, conoció a Trevor cuando tenía 23 años en un bar de West Hollywood. Era el año 2004 y hasta el 2011 no tomaron la decisión de casarse, su relación hacía aguas pocos años después y se divorciaban en 2013, cuando la actriz alegaba ‘diferencias irreconciliables’.
Parece que la distancia pudo ser parte del problema, algo que nunca sucedió en el caso de Harry, quien vivía en Reino Unido y a quien solo veía cada dos semanas. En el caso de Engelson fue decisivo y ambos tomaron caminos separados.
Tras conocerse la relación de Meghan y Harry y el posterior compromiso, todas las miradas se posaron en Trevor, habían pasado tres años del final del matrimonio de la actriz, pero todo el mundo quería saber qué opinaba al respecto el hombre junto al que había pasado casi una década.
Durante un tiempo parecía que Engelson tenía mucho que contar al respecto, y pocas cosas eran buenas, incluso en 2022 se habló de la posibilidad de que contara su versión de los acontecimientos en un libro, sin embargo, lo más cerca que el público ha estado de saber qué pasó habría sido de hacerse realidad uno de sus proyectos, aquel que contaba la historia de un hombre cuya expareja se casa con un príncipe. Nunca vio la luz.
El tiempo todo lo cura y parece que en el caso de Trevor también ha sido así, continuó con su carrera, aunque algunos de sus proyectos fueron duramente juzgados por la crítica, y también volvió a encontrar el amor. Parece que el exmarido de Meghan pasó página y tomó la decisión de dejar su historia de amor con Markle en el pasado.
En 2019 se casó con Tracey Kurland, una rica heredera norteamericana con la que ha tenido dos hijas. Una fortuna que se multiplicó tras el fallecimiento de su padre, Stanford Kurland, en 2021. El patriarca de la familia era fundador y propietario de una empresa de préstamos.
A pesar de su pasado compartido y que durante mucho tiempo se aseguró que la sola mención del nombre de su expareja parecía enfadar al Trevor, lo cierto es que el productor no ha llegado a dar titulares escandalosos sobre Meghan o a revelar oscuros secretos sobre su vida en común.