Este 3 de julio es un día importante para la princesa Leonor, pues tras unos días de descanso en los que se le ha podido ver disfrutar de las fiestas populares de Jaca, como a una joven más, volverá a sus obligaciones castrenses, en el acto de entrega de Reales Despachos de Empleo en la Academia General Militar, en Zaragoza. Ella será la primera en recibirlo, como dama alférez cadete, de manos de su padre, el rey Felipe VI, y en presencia de su madre, la reina Letizia, y de su hermana, la infanta Sofía.
Este ha sido un año muy especial para Leonor, en el que ha sido nombrada hija adoptiva de la ciudad, un cariño que devolvió con las siguientes palabras: "En Zaragoza, en Aragón, me he sentido en casa, acogida y acompañada en una tierra que siempre formará parte de mi vida”. Ahora, la heredera pone punto y a parte a esta etapa en la ciudad aragonesa.
Gracias a las fotografías distribuidas por Casa Real a lo largo de este curso, hemos visto cómo Leonor realizaba las actividades prácticas igual que sus compañeros. El pasado septiembre la Corona compartió algunas instantáneas en las que se puede ver a la princesa durante la instrucción. En las fotografía se pueden apreciar los ejercicios que ha realizado: marchas, recorrido topográficos, ejercicios de tiro con fusil de asalto y pistola en simulador, ejercicios de fuego real, paso a pista de combate, instrucción individual, etc.
Uno de los ejercicios más duros a los que se ha enfrentado la princesa ha sido la marcha con fusil en mano. Para todas estas pruebas, la hija del rey Felipe ha contado con su entrenadora de la Guardia Real, con quien también se puso en forma antes de entrar a la Academia. En los meses previos, Leonor estableció rutinas deportivas en las que corría mucho (kilómetros) en pista para ganar fondo, practicaba la resistencia y velocidad; hacía flexiones (al menos cien al día); saltaba (al menos 36 centímetros con los pies juntos); nadaba, y, también, estuvo practicando mucha hípica.
A pesar de que todas esperábamos ver vestida de verde a la heredera cuando ingresara en el ejército, sorprendió la dureza de una de las fotografías distribuidas por Casa Real, en la que la princesa se encuentra irreconocible, a ras de suelo, con las protecciones de este tipo de ejercicio y su arma sobre el pecho para esquivar una alambrada con pinchos.
Como todo cadete, Leonor también tuvo que hacer frente a una de las pruebas más míticas de este curso, en la que los estudiantes son tirados a la piscina con toda la equipación: uniforme, mochila y arma. Con todo esto deben ser capaces de mantenerse a flote y estar entrenados para las situaciones más extremas a las que se puedan enfrentar en cualquier parte del mundo. Tampoco han faltado los ejercicios de orientación, en los que hemos visto a la princesa muy concentrada, en el campo de batalla con mochila sobre la espalda, botas, uniforme y sin separarse de su mapa y su cuaderno de notas para tomar las posiciones y apuntes sobre sus ejercicios. La Casa Real también nos permitió ver a la princesa en varias imágenes durante la instrucción en la alta montaña de la princesa Leonor en la cima de la estación y también en las instalaciones de la Emmoe.
A pesar de la dureza del entrenamiento diario, Leonor ha sido una más durante esta formación y ha establecido lazos de amistad con sus compañeros. Así lo pudimos ver durante los actos de la Jura de la Constitución de la Heredera. En el Besamanos, acudieron por sorpresa, un grupo de amigos de su curso de la Academia a acompañarla. También se ha sabido que la princesa planea pasar unos días de vacaciones con sus amigos de esta institución este verano.