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El tiempo ha convertido a la infanta Elena es uno de los miembros más discretos de la familia real, aunque lo cierto es que nunca fue una de las integrantes más polémicas. Ha sabido mantenerse al margen de los problemas de su padre, pero también de los momentos de máxima tensión protagonizados por su hijo mayor, que ya parecen formar parte del pasado.
De ella siempre se ha dicho que es la que más se parece en carácter a su padre y también parecen compartir sentido del humor, tal vez por eso están tan unidos. La infanta Elena ha demostrado ser capaz de hacer amistades en cualquier lado y de encontrarse a gusto en todos los ambientes y salta a la vista gracias a lo variopinto de su círculo de amigos.
Mientras que hay una parte de su vida que siempre ha sido más pública, ella ha sabido mantener buena parte de su vida en privado, sobre todo tras dejar de formar parte de la Familia Real para ser únicamente familia del Rey, algo que sucedió cuando su hermano heredó el trono.
Liberada de muchas de las obligaciones que vienen con el puesto, la Infanta ha podido dedicarse a lo que siempre ha deseado, su familia, sus amigos, sus hobbies y también su trabajo.
La infanta Elena es graduada en Magisterio por la Escuela Universitaria del Profesorado de EGB de la Iglesia (ESCUNI), formación que finalizó en el año 1986. Después de finalizar sus estudios, comenzó a trabajar como profesora de inglés en el Santa María del Camino, el que había sido su antiguo colegio, tal y como recogen en Vozpópuli.
Años después, decidió seguir ampliando sus logros académicos y realizó un curso especializado de Sociología y Educación en Exeter (Reino Unido), también uno de perfeccionamiento del idioma francés en la Universidad de la Sorbona. Tras ello, se licenció en Ciencias de la Educación por la Universidad de Comillas.
Una formación que con el tiempo le llevó a su trabajo actual, que es el más conocido, junto a la Fundación Mapfre. No comenzó a colaborar con ellos hasta el año 2008, poco después de su divorcio, y se incorporó como directora de Proyectos Sociales y Culturales. Tal y como recoge el citado medio, se desveló que por esta labor podría estar percibiendo unos 200.000 euros anuales.
Esta noticia fue todo un escándalo en su momento, de hecho siempre se ha comentado que no sentó nada bien en Casa Real que este dato se desvelara. Sin embargo, no es el único que se tiene con relación a esta cuestión, pues periodistas como Pilar Eyre, experta en Casa Real, llegaron a afirmar que esa no era la verdadera cantidad que estaría cobrando y que esta se acercaría más a los 300.000 euros.
A la infanta Elena solo se le conoce una propiedad a su nombre, su piso en el centro de Madrid, cercano a la zona de Retiro, en el barrio del Niño Jesús, donde se mudó tras su separación.