Ser madre no es tarea sencilla, es una gran responsabilidad que a menudo conlleva también una gran preocupación, es un trabajo a tiempo completo, como también lo es ser Reina, por lo que no siempre es sencillo compaginar ambas labores y hacer ambas bien. Este es un problema que durante mucho tiempo no se contempló, ser reina estaba por encima de cualquier cosa, pero con el paso del tiempo las cosas han cambiado y el cambio tiene nombre propio.
Nunca llegó a ser reina, pero la actitud cercana y desenfadada de Diana de Gales fue clave para que las cosas cambiaran. A lo largo de la historia, las reinas habían mantenido una actitud bastante distante con sus hijos, de hecho no era raro que durante largos periodos de tiempo quedaran bajo el cuidado de sus niñeras mientras ellas cumplían con sus labores como monarcas. Ella se llevó a su hijo a una gira australiana cuando el bebé solo tenía nueve meses, también se empeñó en ser ella quien les llevara al colegio y famosa es su participación en una carrera de padres durante una jornada deportiva en el colegio de sus hijos.
Esto sucedía en la Corona británica, donde el príncipe Carlos y sus hermanos tenían una relación escasa con sus padres, pero también en otras monarquías. Por ejemplo, durante su infancia y hasta bien entrada la madurez, el rey Federico de Dinamarca solo confiaba en una mujer y era su niñera.
Ahora, Kate Middleton, quien se espera que sea la futura reina, tiene una mayor libertad para criar a sus hijos, pasa tiempo con ellos, juegan y se dejan ver como una familia cercana y cariñosa, un cambio que se ha producido con el paso del tiempo y los cambios en las costumbres, pero que es evidente en las nuevas reinas europeas.
La reina Letizia es Reina, sí, pero antes que eso es madre y lo dejó claro desde el principio, desde que su regreso al trabajo tras el nacimiento de sus hijas fue tras disfrutar de sus semanas de baja por maternidad. También ha dejado ver lo importante que es para ella su papel como madre en otros pequeños detalles, como despejando su agenda siempre que sus hijas tenían días libres en el colegio o evitando tener compromisos en fin de semana para pasarlos en familia.
Esta parece ser una actitud que comparte con la reina Máxima, quien tiene una de las agendas más completas entre las royals, pero que siempre intenta pasar tiempo con sus tres hijas, tanto en persona como por teléfono. Además, no le tiembla el pulso a la hora de regañarlas si considera que tiene que hacerlo. Máxima y Guillermo siempre han dado una imagen de familia unida y han intentado que sus hijas se sientan queridas y cuidadas.
Aunque cuente con la ayuda de niñeras, Mary de Dinamarca ha demostrado implicarse con la educación de sus hijos y sus cuidados, de hecho, cuando les mandó unos meses a un internado suizo, no dudó en liberar su agenda durante ese tiempo para poder pasarlo más cerca de ellos, a pesar de haber sido nombrada regente por su suegra pocas semanas antes.
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