Como heredera al trono de Noruega, la vida de Ingrid Alexandra no es como la de los demás jóvenes de su edad. Ella es consciente de esto, pero eso no impide que quiera que sea lo más normal posible, sin olvidar sus responsabilidades y obligaciones con su familia. Ella quiere hacer esas cosas que hacen todas las personas de su edad, pero lo hace mientras cumple con lo que se espera de ella.
La joven está centrada completamente en su formación militar, que comenzó en enero de 2024, pocos días antes de que celebrara su 20 cumpleaños. Este es un trámite por el que, como heredera a la corona, es necesario que pase y ella lo lleva con gran entereza. La recluta Alexandra incluso ha llegado a posar con su uniforme militar el pasado mes de mayo, en la celebración del Día Nacional, una fiesta oficial presidida por la Familia Real.
Ingrid Alexandra se incorporó al campamento de Skjold, como ya hemos señalado, en el mes de enero y allí se espera que pase doce meses de formación, sirviendo en el Batallón de Ingenieros. Su estancia estará dividida en varias fases, después de la de reclutamiento se le asignará un puesto de servicio.
Parece que la princesa se enfrenta a un cambio de vida total en este año, pues también se ha confirmado el final de la relación que mantenía desde hace dos años con Magnus Heien Haugstad, tal y como confirmaba la revista noruega Se og Hør. La noticia saltaba a la prensa meses después de la ruptura y dejaba a todos sorprendidos, pues el joven parecía haber encajado muy bien con la familia de su pareja y ambos llevaban unos meses viviendo juntos.
Tras finalizar sus estudios de secundaria, Ingrid tomó la decisión de comenzar a trabajar como asistente escolar en el colegio Uranienborg, el mismo al que ella acudió cuando era una niña. También decidió mudarse a uno de los barrios más modernos de Olso, Grünerlokka, donde convivió con su pareja durante varios meses, hasta que él se trasladó para continuar sus estudios en Inglaterra.
La princesa no ha querido hablar de la ruptura, de hecho, al ser preguntada por su pareja, explicó a la televisión pública: “Creo que es parte de mi vida privada, y es muy importante para mí que se quede en mi vida privada, así que no quiero contar mucho al respecto”. Tras el final de su relación, regresó a casa de sus padres y comenzó a prepararse para su nueva etapa de formación militar.
Ingrid siempre ha intentado llevar una vida discreta, es amante de deportes como el esquí y la vela, también de la vida al aire libre, siempre ha abogado por el cuidado de la naturaleza, aunque afirma no hacer tanto por ella como le gustaría. Come poca carne y es casi vegetariana, prefiere las patatas fritas al chocolate y su princesa preferida es Fiona, de Shrek. Una princesa moderna de la que se esperan grandes cosas.
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