Si el año 2023 estuvo marcado por su boda, el 2024 no es menos feliz para Alexandra de Luxemburgo y Nicolas Bagory, quienes han dado la bienvenida a su primer hijo en común. La pareja lo hacía público a través de un comunicado, emitido por el Mariscal de Corte, donde confirmaban también el nombre y la fecha exacta del nacimiento.
"El Gran Duque y la Gran Duquesa tienen la gran alegría de anunciar el nacimiento de su nieta Victoire, primera niña de su hija Alexandra y su yerno Nicolás, nacida este martes 14 de mayo en París".
La pequeña llegaba al mundo para colmar de felicidad tanto a sus padres como al resto de la familia, un bebé muy deseado que llegaba un año después del gran enlace en el que la pareja se juró amor eterno, una romántica ceremonia que tuvo lugar en la Provenza francesa y que tuvo lugar una semana después de su enlace civil, celebrado en el Ayuntamiento de la Ciudad de Luxemburgo.
La pareja decidía jurarse amor eterno el 29 de abril de 2023 y lo hacían en un enclave único, la comuna de Bormes-les-Mimosas, en la Provenza francesa. Una ceremonia celebrada en la Iglesia de Saint-Trophyme, muy cercana a la residencia de verano de los padres de la novia, los Grandes Duques Enrique y María Teresa.
La madre del novio fue quien ejerció de madrina, con un elegante vestido de color aguamarina y con bordados florales. Él, sin poder borrar la sonrisa de su rostro, esperó a que la novia acudiera, algo que hizo bastante puntual y del brazo de su padre, quien lució un elegante chaqué.
Alexandra escogió para su gran día un original diseño con detalles entrelazados, con una gran cola y un velo de tul con pequeños brillantes incrustados. Lució un recogido bajo que dejaba todo el protagonismo a la tiara que seleccionó, uno de los secretos que quedó desvelado a su llegada, así como el vestido.
La elegida fue la Tiara Chaumet, de diamantes y con perlas, aunque Alexandra optó por llevarla sin ellas, al ser extraíbles. Esta es una de las piezas más especiales del joyero de su madre, que la ha llevado en varias ocasiones, igual que ella misma, quien ya había lucido esta pieza antes.
Entre los invitados, no faltaron los hermanos de Alexandra, que acudieron con sus respectivas familias para apoyarla en un momento tan mágico de su vida. También destacó la presencia de su madre, que deslumbró con un mono de color negro con una gran flor verde en el hombro.
Tras la ceremonia, la pareja se subió al vehículo en el que se desplazarían al lugar de la ceremonia, momento que dejó una anécdota para el recuerdo, pues al arrancar, el novio lo hizo marcha atrás sin querer, haciendo que todo el mundo se llevara un susto. Por suerte no hubo que lamentar ningún daño.
Como regalo de bodas, Alexandra y Nicolás pidieron a sus invitados que hicieran una donación a la Fundación de Ciegos de Luxemburgo o la Fundación del Gran Duque y la Gran Duquesa.
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