Felipe VI se ha dirigido nuevamente a los españoles en Nochebuena coincidiendo con el X aniversario de su reinado, que se celebró el pasado mes de julio. Esta aparición anual del rey, que acapara la mirada de muchos ciudadanos antes de cenar en la noche del 24 de diciembre, suscita todo tipo de comentarios, pues se analiza con lupa todo lo que el monarca pronuncia en su repaso anual. Un discurso que, este año, ha estado centrado en los afectados por la DANA (como ya se preveía), en la unidad, la dificultad de acceso a la vivienda o la inmigración o la juventud, entre otros aspectos, y que ha grabado en una ubicación distinta a la habitual.
Como ya se había adelantado, Felipe VI ha pronunciado su discurso desde el Palacio Real y no desde el palacio de la Zarzuela como manda la tradición. Un emplazamiento que también fue escogido en 2015, único año además del presente que Felipe ha aparecido en la televisión desde el Palacio Real y no desde su despacho. Eso sí, a diferencia de la vez pasada que lo pronunció desde el Salón del Trono, en esta ocasión se ha referido a los españoles y españolas desde el Salón de Columnas "referente de diversos acontecimientos históricos y en este Reinado con presencia de la ciudadanía en distintas ocasiones. La última imposición de condecoraciones con la Orden del Mérito Civil, en junio, con motivo del X Aniversario de la Proclamación".
Esta es una ocasión en la que el rey suele aprovecha para repasar todo lo ocurrido durante el año y como no podía ser de otra forma, uno de los pilares de su pronunciamiento, tras su reciente visita a Catarroja con la reina y sus hijas por sorpresa, ha sido para los damnificados de la DANA (fallecidos y desaparecidos), la catástrofe que arrasó Valencia el pasado 29 de octubre que "merecen todo nuestro respeto y no debemos olvidar nunca el dolor y la tristeza que han dejado en sus familias. Miles de personas vieron cómo lo que hasta hacía poco era su pueblo, su barrio, su trabajo, su casa, su negocio, su escuela, quedaban reducidos a escombros o incluso desaparecían. Un hecho difícil de asumir, pero del que todos deberíamos poder sacar las enseñanzas necesarias que nos fortalezcan como sociedad y nos hagan crecer".
En ese sentido, ha destacado también "la solidaridad en su sentido más puro y más apegado a lo concreto", el "trabajo ingente de voluntarios anónimos y de servidores públicos" (representado también en la imagen enmarcada durante el discurso) y también "la frustración, el dolor, la impaciencia, las demandas de una coordinación mayor y más eficaz de las administraciones".
El bien común, con mención a la reina
Otro de los ejes del mensaje del rey ha sido la polarización política, de lo que se ha hecho eco como jefe de Estado, animando a trabajar por aquello que nos une y por el bien común y el consenso: "Por encima de las eventuales divergencias y desencuentros, prevalece en la sociedad española una idea nítida de lo que conviene, de lo que a todos beneficia y que, por eso, tenemos el interés y la responsabilidad de protegerlo y reforzarlo. Es algo que la Reina y yo hemos podido constatar y valorar aún más a lo largo de esta década de reinado. Es responsabilidad de todas las instituciones, de todas las Administraciones Públicas, que esa noción del bien común se siga reflejando con claridad en cualquier discurso o cualquier decisión política".
La presencia de Leonor y Sofía, solo en el cierre
Finalmente, también ha hecho referencia a la "creciente inestabilidad internacional, el clima en el que se desarrolla con frecuencia nuestro debate público, las dificultades en el acceso a la vivienda o la gestión de la inmigración" y, ha dejado fuera, mención directa al X aniversario de su reinado (con guiño eso sí, a través del espacio elegido) o a la princesa Leonor o la infanta Sofía, que solo han aparecido al inicio y al cierre del discurso y al desear sus mejores deseos a la gente en esta noche tan especial.
Suscríbete a la newsletter de Divinity y recibirás toda la información de celebrities y corazón cada semana en tu mail.