Que una historia de amor no tenga un final feliz no hace que sea menos memorable, romántica o digna de mención. Esto es lo que sucede con la que vivieron Victoriano Valencia, el padre de Paloma Cuevas, y la princesa Titi de Saboya. Elementos a su favor no faltaba, ella era una bella princesa y él, uno de los toreros más interesantes de su época.
Sin embargo, cuando no puede ser, no puede ser y por eso esta historia de amor no acabó con la pareja junta viajando hacia el horizonte, sino con una tragedia y cada uno por su lado. Victoriano se casaría con Paloma, y fruto de este matrimonio nacieron sus tres hijos, Paloma, Verónica y Nano.
Titi se casaría con el diplomático argentino Luis Reyna en 1970 y también tuvieron tres hijos, Raffaello, Patrizio (que murió el mismo año de su nacimiento) y Assea Reyna-Corvalán y Saboya. La vida de Titi ha estado marcada por la tragedia, además de enterrar a su hijo Patrizio también perdió a Raffaello a los 23 años tras caerse de un balcón. Su marido era asesinado en Cuernavaca (México) en extrañas circunstancias en 1999.
Con sus evidentes altibajos y momentos complicados, comparada con la vida de Titi de Saboya, la de Victoriano Valencia ha sido mucho más relajada. La tragedia ha marcado la vida de la princesa y su historia de amor con el torero no fue muy diferente, porque tras llenar portadas, acabó de la peor de las maneras posibles para ella, con el corazón roto.
En el año 66, Victoriano Valencia y Beatriz de Saboya se conocían, el torero y la aristócrata se convertían en la pareja del momento para los medios de comunicación, que se frotaban las manos de poder presenciar este público romance. Apodada ‘la princesa rebelde’, Titi era hija de los reyes de Italia, Humberto y María José, exiliados en Portugal y, cuando conoció al torero, quedó completamente prendada de él.
Fue un amor un tanto desigual, ella pensó que pasarían el resto de su vida juntos, pero para él esto era algo fugaz, pues tenía claro que su futuro estaba al lado de Paloma, con quien se casó en cuanto dejó los ruedos, tal y como siempre había acordado la pareja. El final de la relación era inevitable, pues tenían planes muy distintos para sus futuros, concretamente el de Victoriano era casarse con otra mujer.
Esto fue un golpe muy duro para Titi, que según se recogió en la época, intentó quitarse la vida de un disparo, lo que supuso un escándalo mayúsculo. Fue ingresada en el hospital y, más adelante, en la clínica psiquiátrica López-Ibor. Una vez recuperada, su vida no se estabilizó, vivió varios romances fallidos y después conoció a Reyna, quien la rechazó, lo que hizo que, borracha, cayera desde un balcón, lo que acabó con una conmoción y la pelvis fracturada. Tiempo después la pareja se casaría.
Suscríbete a la newsletter de Divinity y recibirás toda la información de celebrities y corazón cada semana en tu mail