Marta Luisa de Noruega le ha dado muchos quebraderos de cabeza a sus padres, los reyes Harald y Sonia. La primogénita de los monarcas siempre ha ido por libre y ha hecho lo que ella quería, alejándose de las obligaciones de la corona, ya que no heredará el trono debido a ley Sálica que estaba vigente en el país. Por eso, sus padres siempre han sido menos duros con ella, lo que no ha evitado que la mayoría de sus acciones se convirtiera en escándalos.
Las primeras críticas hacia Marta Luisa se vertieron cuando decidió comenzar la universidad. Todo el mundo esperaba que la joven noruega estudiara algo relacionado con la Historia o la Economía, ya que es la cuarta en línea de sucesión al trono. Pero no, Marta Luisa decidió formarse en Fisioterapia.
Además, abrió su propio negocio de entretenimiento basado en dar espectáculos públicos sobre cuentos populares. También, en 2004, publicó su primer libro infantil y tres años más tarde inauguró su propia escuela, centrada en el desarrollo de la sensibilidad y la espiritualidad. Unos aspectos que siempre le han gustado mucho, aunque sus progenitores pensaban que era algo que se iba a quedar solamente para su parcela privada.
Otro de los escándalos de su vida llegó con el suicidio de su exmarido. Marta Luisa se casó con el escritor danés Ari Behn en mayo de 2002 y juntos tuvieron tres hijas: Maud Angélica, Leah Isadora y Emma Tallulah. Eso sí, en agosto de 2016, la casa real noruega confirmó el divorcio de la pareja.
Tras esto, Ari sufrió varios episodios de depresión, de los que todos creían se había recuperado. Aún así, el 25 de diciembre de 2019, la familia real noruega anunció en un comunicado que Ari Behn se había suicidado. Un golpe muy duro para Marta Luisa y sus hijas.
A pesar de todo, la hija de Harald y Sonia volvió a recuperar la ilusión de la mano de Durek Verret, lo que hizo que volviera estar en el foco de la prensa. El 12 de mayo de ese mismo año, Marta Luisa hizo público su noviazgo a través de su cuenta de Instagram. Lo que más preocupaba a sus padres, y al pueblo noruego, sobre este incipiente romance fue la profesión del novio: chamán.
Todo se enturbió más cuando el exnovio del chamán lo describió como una persona “violenta” y “manipuladora”. Tampoco ha gustado nada que Verret utilizara el nombre y la imagen de Marta Luisa para promocionar sus sesiones, ya que ella misma apareció en unos vídeos en los que él explicaba cómo eran sus sanaciones. Ni tampoco sentó nada bien a la sociedad noruega que Marta Luisa viajara hasta California, donde vive su novio, durante la pandemia por coronavirus y cuando todo el país estaba confinado.
Lo cierto es que Marta Luisa viaja tanto a Los Ángeles, no solo para pasar más tiempo con su pareja, sino también para acompañarlo en su enfermedad. Verret sufre un problema renal que le hace pasar por diálisis varias veces a la semana, lo que le impide desplazarse muy lejos.
Marta Luisa siempre ha tenido muy buenas palabras hacia su pareja: “Para mi es un apoyo increíble y es muy agradable con las niñas”. Al igual que también lo tuvo su expareja, Ari, quien comentó que estaba muy feliz de que Marta Luisa hubiera encontrado el amor de nuevo. Además, ha pensado en pasar, de nuevo, por el altar junto a Verret.