Mette-Marit se ha sincerado sobre su actual estado de salud. La princesa de Noruega se ha visto obligada a reducir su agenda oficial después de que el año pasado anunciara públicamente que sufría una enfermedad patología pulmonar. La esposa del príncipe Haakon Magnus ha contado cómo afronta esta nueva etapa de su vida en una entrevista en un canal de la televisión noruega: "Mi vida se ha ralentizado", ha asegurado.
En octubre del año pasado la Casa Real hacia oficial la enfermedad que sufre la princesa de Noruega. Tras un largo periodo de pruebas médicas, la monarca comunicaba que padecía una fibrosis pulmonar, una afección en los pulmones que se produce cuando el tejido pulmonar se daña y se producen cicatrices, por lo tanto, se vuelve más grueso y duro. Esto produce dificultades a la hora respirar, e incluso que la sangre no reciba el oxígeno suficiente para su normal funcionamiento.
La propia princesa se pronunció al respecto y sobre el futuro de sus apariciones públicas: “Esta enfermedad significa que mi habilidad para trabajar variará. El Príncipe y yo hemos decidido comunicar esto, porque en el futuro necesitaremos planear ciertos periodos de tiempo libre y sin programa oficial”, contaba.
Esta semana muchos de los integrantes de las Casas Reales europeas se trasladaban a Japón para asistir a la entronización del emperador Naruhito, a la que el príncipe Haakon Magnus asistió en solitario, debido al estado de salud de Mette. Un momento que la princesa aprovechó para conceder una entrevista a la televisión noruega, a bordo del tren literario Berlín-Frankfurt, donde ha comentado que ha aprendido a convivir con su enfermedad, aunque reconoce que prefiere no hablar sobre ello: “Soy consciente de mi estado de salud, pero no quiero que se le preste mucha atención desde fuera”, se sinceraba.
“Ahora me siento más cansada que antes y tengo que cuidarme más de lo que solía hacer”, asegura, aunque se muestra optimista ante la nueva situación que está viviendo: “Tengo más poder de decisión sobre mi vida diaria, y eso es muy bueno para mí. Puedo salir a pasear, y tengo más tiempo para leer. Es como si mi vida hubiera disminuido la velocidad”, explica. Una decisión que también arropa su familia: “me apoyan totalmente”.
Según el médico encargado del caso, el especialista Kristian Bjøro, la evolución de esta afección será pausada: "La Princesa tendrá que seguir haciéndose pruebas en el futuro y, también, experimentar con tratamientos", señaló su médico personal en aquel entonces. “A pesar de que este diagnóstico pueda en ocasiones limitarme, me alegro de que se haya descubierto pronto. Mi objetivo es seguir trabajando y participando en el programa oficial, tanto como sea posible”, terminaba diciendo la princesa en el comunicado que hizo la casa real noruega el pasado año.