El tercer fin de semana de marzo no solo supuso el arranque de un encierro forzoso que nos cambiaría para siempre. También la irrupción de un escándalo royal que marcaría un hito en la historia de nuestra monarquía. Mientras España intentaba asimilar la declaración de un estado de alarma que se ha alargado hasta hoy, en Zarzuela se enfrentaban a una crisis que parece no tener vía de escape.
Felipe VI, a través de un comunicado, movía ficha tras filtrarse que su padre habría recibido cientos de millones de dólares de Arabia Saudí. La actividad económica del rey Juan Carlos a través de las fundaciones Zagatka y Lucum es algo que ya está siendo investigado por la Fiscalía Anticorrupción. Y aquel 15 de marzo de 2020, su hijo tomó una decisión por el bien de la institución: renunciar a su herencia personal, desvincular a Leonor del caso y retirar al emérito su dotación anual.
198.845,10 euros. Esa era la cifra que se había fijado en los presupuestos de 2019 como retribución a Juan Carlos I por su labor institucional. Una asignación anual que, tal y como se puede comprobar en el portal de transparencia de casa real, dejó de percibir desde el mismo momento en el que su hijo sacó a la luz el famoso comunicado.
En el estado de liquidación del presupuesto de Zarzuela, fechado el 31 de marzo de este año, encontramos un comentario a pie de página en el que se detalla en qué se traduce esta decisión. 161.036,34 euros limpios desaparecen anualmente de la paga del emérito y, por tanto, de la asignación fijada en los 'presupuestos de la casa', que hasta ahora ascendían a 679.818 euros (el total de lo que cobraban Felipe, Letizia, Sofía y Juan Carlos por sus servicios).
Esta cifra no desaparece de su presupuesto. Desde hace tres meses forma parte de los fondos de contingencia, los destinados a hacer frente a necesidades de carácter no discrecional y no previstas en el momentoinicial que se van presentando a lo largo del año.
A raíz de esta variación con tanta trascendencia institucional, son muchos los que se preguntan en qué queda el reparto tras este tsunami mediático. Al no haberse aprobado unos nuevos Presupuestos Generales del Estado antes del 1 de enero de 2020, los sueldos del resto de la familia real se han prorrogado hasta nueva orden.
En total, son casi ocho millones de euros el importe del gasto público que se invierte en el sostenimiento de la monarquía. De estos 7.887.150 euros, es Felipe VI el encargado de distribuirlos. Y de este total, el reparto quedaría de esta forma: 248.562,36 euros para el rey, 136.701,36 euros para la reina Letizia y 111.854,88 euros para Sofía, la emérita.