Tras la crisis del coronavirus, los reyes han decidido poner en marcha una gira en la que pisarán provincia a provincia el territorio español para tranquilizar a los turistas e incentivar que la población se anime a viajar dentro de nuestras fronteras. Canarias ha sido su primer destino. Con la polémica de su luna de miel de fondo, Felipe y Letizia se han dejado ver por la playa de las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria, donde han sido recibidos entre piropos por la gente que se encontraba por la zona. Ambos han posado para los medios allí presentes y, una vez más, el protagonismo se lo ha llevado su look.
Su última adquisición es de Zara y ya lo han definido como el vestido perfecto para este verano. Este conjunto en color verde agua cuenta con un escote de pico, cuerpo totalmente abotonado, una manga amplia tipo kimono con lunares bordados en blanco y algunos detalles en relieve, todo en tonos suaves.
Una prenda que está rebajada a 25,99€ y que solo está disponible en tiendas físicas, ya que en la página web oficial de Inditex está totalmente agotada. Además, para completar este look, la reina ha optado por unas cuñas de esparto en color crudo hechas a mano, valoradas en 60€, de una marca riojana llamada Macarena Shoes.
Para cerrar el look, Letizia ha optado por una coleta alta, sus anillos de Karen Hallam por los que suele optar para casi todos los actos públicos acude y unos pendientes de oro que se asemejan a unas cañas de bambú que en alguna ocasión ha compartido con su hija Leonor.
En esta escapada, además de visitar la Casa Museo de Pérez Galdós para conmemorar su centenario, los reyes han sido recibidos entre aplausos y vítores. Se han dejado fotografiar paseando, charlando con los bañistas o tomando tapas. Pero una anécdota ha destacado entre el resto. Mientras Felipe y Letizia se alegraban por la vuelta a la normalidad al ver la playa llena de gente, definiendo el entorno como "una maravilla", un hombre ahí presente bromeó con la reina asegurando que era "mejor que Ribadesella ", su dueña, algo a lo que ella contestó con un simpático "es diferente".