María del Carmen Álvarez del Valle, la abuela paterna de la reina Letizia, fallecía este martes a los 93 años en su casa de Ribadesella. Menchu, como era cariñosamente conocida, mantenía una magnífica relación con la actual monarca y fue la responsable de que enfocara su vida profesional hacia el periodismo. Nacida en Santander en 1928, la madre de Jesús Ortiz, una mujer “enamorada de la radio”, trabajó durante más de cuarenta años como locutora en emisoras como Radio Asturias, Radio Oviedo, La Voz del Principiado o Radiocadena Española hasta que desembocó en Radio Nacional.
La asturiana descubrió en vida algunos detalles desconocidos sobre la casa real por su estricto protocolo y algunas de sus experiencias con la familia real. Su pérdida de intimidad, su trato con los eméritos, cómo es en las distancias cortas el marido de su nieta y actual rey o, simplemente, algunas anécdotas de los inicios de esta inesperada relación. Recuperamos algunas de las citas más célebres de la bisabuela de Leonor y Sofía.
“El rey es encantador, dulce, delicado, pero a la vez con mucho carácter y una gran educación”. Así definía Menchu a Felipe VI, a quien nunca habría esperado recibir en su propia casa. “La primera vez que vino le pregunté a mi nieta que cómo iba a traerle aquí: ‘Esta casa no está hecha para recibir a un príncipe", rememoraba. “A lo que mi nieta contestó que había hecho muchas milis y era ‘un hombre encantador, de una naturalidad y una humildad que no te imaginas”.
Hace tres años, desde la Casa de la Cultura de Ribadesella, la bisabuela de Carla Vigo admitía que Zarzuela no era de su agrado: "No me gusta estar ahí... Aquí hay chalés más elegantes y más bonitos que la casa donde viven. No me encuentro allí, soy muy rara y muy independiente con mi vida y mis horarios", se sinceraba. "Me gusta ir de visita unas horas o una noche como mucho, pero nada más. Ellos vienen de Asturias de vez en cuando, aunque nadie se entera", desvelaba.
Durante esta charla, Menchu, que acababa de cumplir su 90 aniversario, reconocía que estaba sorprendida y encantada con el conjunto de normas y reglas que siguen a rajatabla en Palacio. "El día de mi cumpleaños me llamó el rey y me dijo: 'Mi padre me pide permiso para ver si puede llamarte para felicitarte", descubría cuál fue el procedimiento para que Juan Carlos I hablase durante unos minutos con ella. "Esto es protocolo y lo demás son tonterías", exclamaba orgullosa.
La histórica periodista tenía un gran estima a Felipe VI y consideraba excelente su labor como padre: "Está loco por sus hijas y es un padre presente. Los dos lo son", puntualizaba para evitar polémicas innecesarias. "Las atienden, las cuidas y siempre están pendientes. Y cuando viajan, los teléfonos queman comunicándose con sus hijas", afirmaba.
En sus últimos años de vida, su familia estuvo muy pendiente de ella, “demasiado” en su opinión, porque no le gustaba sentirse una persona dependiente: “Siempre he sido independiente y aún puedo seguir siéndolo”, puso el grito en el cielo en una entrevista para La Razón. Tanto es así que tenía que esconderse de su hijo cuando fumaba porque se lo prohibía. “Me gusta y a estas pues qué quieres que te diga. Me gusta y fumo. Lo he intentando dejar porque mi hijo me regaña”, manifestaba.