La famosa patada a sus primos Urdangarín en la boda de Felipe y Letizia provocó que Froilán se ganase la fama de rebelde. La vida terminó haciendo de esto una realidad. Tripitió curso, hizo una peineta a la prensa y fue protagonista de muchos dimes y diretes en el internado en el que gastó gran parte de su adolescencia. Un foco mediático que hizo que nos olvidásemos de ella. Pero el tiempo le ha dado en lugar que merecía en una familia real poco afín a los cambios. Ahora es su hermana la que es un icono de la modernidad 'royal'. Y ya que acaba de entrar en la veintena toca reivindicarlo.
Victoria Federica de Todos los Santos de Marichalar y Borbón es la segunda hija de la infanta Elena y quinta en la línea de sucesión al trono de España. Hasta aquí su currículum dinástico. Durante su infancia creíamos que era tímida, que lo de posar en las fotos no iba con ella y que estaba cómoda a la sombra de los Borbones. Lo que jamás esperamos es que detrás de esa fachada habría una influencer en potencia.
Sabe de moda y le gusta dar fe de ello cada vez que pisa la calle. El qué dirán le importa más bien poco: prueba de ello, su comprensible adicción a Instagram, la gestión pública de su vida amorosa y su forma de demostrarnos que ser de la realeza no implica tener una juventud perdida entre protocolos y actos oficiales.
"Nunca ha sido buena estudiante pero sí dócil y obediente. Tardó en llegar a la adolescencia y cuando lo hizo eran frecuentes los enfrentamientos con la infanta, que se acentuaban al ser más permisivo Marichalar". Así la describe su entorno a Vanitatis. Vic -porque lo del nombre compuesto es cosa de los medios- se ha dado a conocer, aunque sea indirectamente, desde que cumplió la mayoría de edad. En unos días retomará sus estudios en el centro americano The College for International Studies, ubicado en el centro de la capital, donde está cursando Administración y Dirección de Empresas.
Puede que la primera vez que 'conocimos' a la Victoria Federica real, que no 'royal', fue en su puesta de largo. Solo ella era capaz de convertir un acto tan de la vieja usanza como ese para dejar entrever a los medios cuál es su personalidad cuando está con amigos. Por entonces tenía 18 años, y le gustaba mucho la fiesta. En la era de las redes sociales fuimos testigos del primer gran acto de la familia real retransmitido a golpe de stories. Allí supimos que fuma, que le chifla Juan Magán, que se rodea de una pandilla influencer y que tiene sentido del humor. Si no no se habría pedido por su cumple un cerdo vietnamita.
Parece que tanta independencia le ha valido más de un desencuentro con la infanta Elena. En su día se filtró que ambas habían discutido en un hotel sevillano por llegar a primera hora de la mañana después de salir una noche con sus amigos. Cosas de adolescentes, por muy Borbón que te apellides. También se dijo que la hija mayor del rey Juan Carlos había utilizado el adjetivo "despendolada" para hablar de Vic. Pero eso no siempre tiene que ser visto para mal.
Es probable que jamás le hayas escuchado hablar. Pero tampoco es necesario para saber de ella. Su estilo se ha convertido en una declaración de intenciones. Comenzó a demostrarlo en los eventos familiares, donde ya demostró que lo oversize la representaba. Chaquetas holgadas, blusas estampadas... También los pendientes XXL y personalizados, la muñeca llena de pulseras o el pelo liso a un lado.
Y cuando comenzó a convertirse en carne de paparazzi dejó claro que tampoco se perdía una tendencia. Las cuñas, los vaqueros deshilachados, el corte acampanado o las converse all star entraban en su armario según lo dictaba la moda. Una afición por lo low cost que supo compaginar con el lujo: los bolsos son su perdición, de ahí que no sea raro verla yendo a la uni en tejanos y con su Louis Vuitton al brazo. 13.000 euros se dice que cuesta su colección de complementos.
Por el precio de su vestidor la han criticado. Y también por su afición a la tauromaquia o por apoyar al rey emérito poniendo en su red social una foto con él cuando saltó toda la polémica de sus cuentas. La prueba de que lo que digan los haters de ella no le afecta.
La vida privada de la hija de Jaime de Marichalar ha ido suscitando el interés desde que estrenara su mayoría de edad. Una fotografía compartida por el torero Gonzalo Caballero en la que aparecen compartiendo carantoñas en el tendido de una plaza de toros nos confirmaba la que era la primera relación pública de la nieta de Juan Carlos y Sofía.
Una historia amor de folclórica de la que fuimos testigos en las muchas ocasiones en las que ella fue a ver torear a su chico, que era íntimo de Froilán. Y hubo un momento en el que dejaron de esconderse. Era habitual verles juntos, incluso dándose cariño en plena calle. Hasta que se rompió cuando él decidió "centrarse en su profesión" y alejarse de la exposición mediática que implicaba estar con Vic.
Mientras sonaban los rumores de ruptura entre la pareja, empezaba a resonar el nombre de Jorge Bárcenas. Tras varios meses en los que la prensa del corazón trataba de confirmar la existencia de una relación amorosa entre ambos, fue en las navidades pasadas cuando fueron sorprendidos por los paparazzis durante unas vacaciones en Baqueira en una actitud muy cariñosa.
Con este DJ madrileño viajó el pasado mes de marzo a Jaén para confinarse en una finca de un amigo común donde permaneció hasta junio. Otro motivo de polémica que se sumó a otros varios titulares que durante la pandemia insinuaba que habría incluido con las medidas de seguridad que rige la crisis sanitaria.