Con la llegada del buen tiempo es normal que queramos comenzar a utilizar nuestra piscina. Eso sí, si tenemos el espacio justo, lo más lógico es que optemos por piscinas pequeñas, generalmente de plástico, y que suelen desmontarse y montarse cada temporada. Esta será una solución práctica y económica. Aunque eso sí, será muy importante seguir una serie de cuidados para que no prolifere la suciedad y el moho.
Lo primero que habrá que hacer, en caso de que veamos que se ha acumulado moho, es deshacernos de él. Para ello, no tendremos que dejar que se acumule, ya que se adherirá con más fuerza a la superficie. Por eso, para limpiar las paredes habrá que drenar bien y vaciar la piscina.
Lo mejor es, en el caso de que no queramos gastar mucha agua, que la almacenes en bidones y en recipientes para poder utilizarla para el riego de plantas o el propio césped del jardín. Una vez que está vacía será el momento ideal para limpiar el moho. Para ello, podrás hacerlo utilizando productos específicos o haciéndolo con algunos que encuentres por casa.
Podrás hacer una mezcla de agua y vinagre y frotar bien con cualquier paño o cepillo de raíces. Eso sí, tendrás que tener especial cuidado con no dañar el plástico, ya que esto podrá hacer que se produzca algún pinchazo y la piscina pierda agua. En el caso de que observes que ya hay acumuladas algunas algas, lo mejor será hacer uso de un poco de lejía diluida en agua y limpiar las paredes y el fondo con un paño o un cepillo.
También, podrás comprar productos especializados como un antialgas. En este caso, lo más recomendable será que sigas las instrucciones presentes en el reverso del bote. Una vez que ya has terminado con las algas y el moho, lo mejor será que enjuagues bien la superficie con un poco de agua. En ese momento, la piscina estará lista para bañarse.
Para el año siguiente será importante que pongas en práctica ciertas medidas preventivas. Por ejemplo, será ideal que utilices productos antialgas preventivos. También, habrá que vaciar bien la piscina, una vez que terminemos de usarla, y dejarla secar antes de guardarla.