La decoración japonesa suele transmitir mucha paz en aquellos que lo disfrutan y, también, en aquellos que la llevan a cabo. Uno de los estilos que más triunfan son los jardines japoneses, que poseen elementos naturales en miniatura y que tú mismo podrás crear en tu casa sin ninguna dificultad.
Lo primero que debes saber es que este tipo de decoración tiene su origen en el siglo XI y es un lugar que representa descanso, serenidad y meditación, donde confluyen lo espiritual y lo religioso. Además, en los mismos se reproducen distintos elementos de la naturaleza como mares, montañas, ríos y bosques. Todos estos elementos se representan en miniatura y tiene que haber tres fundamentales: los minerales como la arena, la grava o las piedras, las plantas y el agua, entre los que destacan árboles, musgos, estanques, fuentes y cascadas.
Estos jardines japoneses no tienen líneas rectas o cualquier otro aspecto geométrico. Además, las piedras y las plantas se deben ocupar de forma impar; normalmente será de tres en tres. También, todos los elementos tendrán que estar distribuidos por todo el jardín, sin agrupar y sin crear demasiado agobio. Tampoco en los espacios que veamos que queden libres no habrá que plantar césped, sino poner grava o rellenar con objetos geométricos.
Debemos dividir el espacio en partes asimétricas y saber el lugar exacto donde vamos a colocar los elementos como el árbol, el estanque o la fuente. Además, a la zona donde coloquemos la grava habrá que dibujar con un rastrillo unas curvas que simbolizan las aguas y las olas. Por su parte, las plantas se eligen priorizando su color, donde tendrá que predominar el verde. Por tanto, lo mejor será elegir árboles de hoja perenne. Además, los árboles y los arbustos se colocarán de manera que no estorben y, además, su aspecto podrá estar modificado. Entre los árboles más codiciados, nos encontramos con los arces, los cerezos, magnolia, sauces o coníferas.
La zona del agua puede estar decorada con distintos puentes y hasta con piedras de diversos tamaños. Además, se podrá colocar una fuente de bambú. Una vez que ya están divididas las zonas habrá que colocar las luces que pueden ser de bronce, piedra o madera. La composición dependerá del tipo de material que pegue más con el tipo de decoración que hayas elegido.