Cuando llega el otoño, uno de los productos más consumidos son las castañas. Eso sí, en la mayoría de ocasiones, se nos pueden estropear con cierta facilidad. Por eso, será importante saber cómo conservarlas.
Lo primero que debes hacer será conservarlas en un lugar fresco y seco. Para ello, podrás introducirlo en un cesto u otro recipiente con agujeros para que conserve mejor el producto. También, podrás optar envolver las castañas en un paño o en una bolsa de algodón. No habrá que meterlas nunca en una bolsa de plástico.
Una buena idea será congelar las castañas, ya que mantendrán todo su sabor y propiedades. La forma más sencilla será introducirlas en una bolsa para congelar y ponerlas directamente en el congelador. De esta manera, además, podrás ir sacándolas según las necesites.
Otra alternativa será escaldar las castañas, aunque sí que es cierto que será un método más tedioso. Aún así, con la ayuda de un cuchillo, podremos quitar el revestimiento y poner el agua a cocer. Una vez haya roto a hervir se tendrán que meter las castañas al fuego, aunque solamente habrá que escaldarlas.
Si queremos conservarlas al vacío, lo más recomendable será pelarlas y cocerlas en una olla con agua. Una vez que estén cocidas se tendrá que conservar un poco del agua de la cocción y quitarles la piel. Lo más normal es que esta salga sin ningún problema. Después, deberás introducir las castañas en un frasco o tarro de cristal que tendrá que estar esterilizado. Lo siguiente será rellenar el bote con el líquido que nos ha sobrado y taparlo bien. Finalmente habrá que realizar el vacío: deberás cocerlos durante una media hora. Luego, al sacarlos deberás colocarlos boca abajo durante toda la noche.
Otra opción será conservar las castañas en almíbar. Para ello, las deberemos cocer con un podo de azúcar y canela. Después, se tendrán que introducir en tarros esterilizados y poner la tapadera. Luego, habrá que realizar el vacío de los botes. e