“Todas las cosas se parecen a su dueño”, reza el dicho. Y lo cierto es que en lo referente a los hogares es algo que ocurre con frecuencia: muchas casas tienden a reflejar la personalidad de sus dueños, su carácter y hasta su estado de ánimo. Ocurre mucho con algunos vips: la ausencia de un presupuesto limitado para amueblar, decorar y reformar hace que sus viviendas sean verdaderas extensiones de su forma de ser, en varios casos. Es el caso, por ejemplo, de Lorena Castell: su casa de campo es fiel reflejo de su personalidad arrolladora y su energía. Algo parecido le ocurre con el piso que tiene en pleno centro de Madrid.
La presentadora, que lleva unos meses de relación con el actor Rubén Bernal, adquirió hace ya varios años una vivienda en la naturaleza como vía de escape. Bautizada por ella como ‘El Campito’, la casa, de una sola planta, mezcla el estilo minimalista con elementos más locos como la enorme piscina en color rosa. Pero es que, además, la colaboradora tiene un piso en pleno centro de Madrid, al que se mudó en el verano de 2020 tras algunos problemas con el propietario del apartamento que alquilaba previamente con respecto a la devolución de la fianza.
Lorena y su hijo Río, nacido en 2019 fruto de su relación con el empresario Eduardo Dabán, viven desde entonces en un piso situado en uno de los barrios más conocidos de la capital, en la zona superior del edificio, lo que supone que la vivienda cuente con unas espectaculares vistas sobre el área circundante, que aparecen con cierta frecuencia en el perfil de Instagram de Castell. De hecho, son sus redes sociales las que nos han permitido conocer mejor cómo es su llamativo piso, habitación por habitación.
El salón es una de las estancias en las que sus más de 580 mil seguidores se han podido colar. Se trata de un espacio en el que combinan tres de las características principales de la vivienda: la apuesta por los tonos neutros, el suelo de baldosas y la abundancia de madera como material. El sofá es amplio, de color gris claro y con infinidad de cojines encima, en tonos pastel. Frente al mismo, una mesa de madera baja, y delante de ella, el televisor.
Las paredes y el techo en blanco contrastan con los dibujos de las baldosas hidráulicas del suelo, cubiertas parcialmente en uno de los extremos del cuarto por una alfombra de pelo largo en color blanco roto. Además de algunas baldas de madera y un espejo, el salón está totalmente cubierto por los juguetes del pequeño, repartidos por todas partes. A la luminosidad del cuarto ayuda la ventana situada al lado del sofá. La colaboradora utiliza además un sistema de luces inteligente con el que cambiar los colores de las bombillas para crear distintos ambientes.
El comedor es un espacio que da continuidad físicamente al salón, una prolongación del mismo que sin embargo presenta un estilo muy distinto. La estancia se encuentra situada junto a un amplísimo ventanal con unas espectaculares vistas a la céntrica zona en la que vive Lorena. La ventana, con recubrimientos en negro, permite además constatar que el edificio es de tipo señorial, con columnas griegas en la fachada.
La protagonista, con permiso del mencionado suelo de baldosas, es una larga mesa de madera que incluye tres relieves distintos, con patas oscuras. Está rodeada de varias sillas, de dos tipos diferentes: unas de terciopelo turquesa con estructura dorada, otras de madera pintada de amarillo. Sobre ellas, una lámpara dorada con cuatro bombillas vintage. El espacio cuenta con varias plantas, además.
La cocina también ha salido en su cuenta de Instagram. Se trata de una habitación pequeña, pero muy aprovechada, en la que Castell ha podido desarrollar su talento como chef. Las paredes son de grandes azulejos blancos, mientras que el suelo es de baldosas con estampado floral. Alrededor de las paredes se disponen la nevera, las alacenas y demás zonas de almacenamiento y la zona de trabajo, todo en blanco y con encimera de madera.
Otra de las estancias que hemos podido conocer de la vivienda es el dormitorio de Río, su hijo. La colaboradora tardó en decidir la decoración del mismo, pero una vez publicado en Instagram, ha gustado y mucho a sus seguidores. El cuarto del benjamín de la familia es una verdadera jungla, que cuenta con animales salvajes y motivos selváticos en las paredes, la que está pegada a la cama, bajita y cercana al suelo, con colcha amarilla de palmeras y cabecero de mimbre. El resto de la habitación incluye una gran alfombra para poder jugar, varios juguetes y muebles de almacenamiento.
La vivienda cuenta además con una impresionante terraza que, dada la ubicación del piso, ofrece una panorámica completa sobre toda la zona en la que se sitúa. La terraza, iluminada mediante bombillas de colores y con suelo de baldosas coloradas, incluye una mesa de madera y varias sillas para poder comer y cenar al aire libre.
No es la única zona de la vivienda con vistas: el baño de la casa, que apenas ha aparecido en su Instagram, tiene una espectacular panorámica sobre la catedral de la Almudena y el centro de Madrid.