El moho suele aparecer en aquellas zonas donde hay humedad. Por eso, el baño será el lugar perfecto para que este se expanda por cualquier lugar, incluso en nuestra cortina de la ducha. Lo más recomendable, siempre, para evitar que aparezca moho en esa zona, será limpiar la cortina con cierta frecuencia pero, ¿cómo podemos hacerlo?
Un buen aliado será el bicarbonato de sodio. Este se ha constituido como un gran multiusos de limpieza, y es que entre sus múltiples capacidades, también combate el crecimiento de los hongos y acaba con ese olor tan desagradable. Para aplicarlo deberás tener unos cien gramos de bicarbonato y dos tazas de agua.
Para hacer la combinación habrá que diluir el bicarbonato en un poco de agua caliente y verter la mezcla en la caja de la lavadora. Luego, deberás activar el ciclo normal del lavado. Esta será una forma de lavar tus cortinas si son de tela, en el caso de que sean de plástico, el procedimiento es distinto.
Para las cortinas de plástico también habrá que diluir un poco de bicarbonato en agua caliente, pero para pasar a la acción la mezcla debe enfriarse. Una vez fría, deberás introducirla en un atomizador y frotar la cortina con la mezcla una vez aplicada.
Otra buena opción, menos agresiva, será aplicar un poco de vinagre. Este tiene unos compuestos ácidos que previenen la oxidación y se evita que se prolifere las bacterias. Para ello, deberás poner el vinagre blanco en el interior de la caja de la lavadora y activar el ciclo de lavado habitual. Luego, habrá que rociar las cortinas con vinagre de forma constante para evitar que aparezca el moho.
Para mantener esta limpieza en el tiempo siempre podrás combinar un poco de vinagre con agua, bicarbonato de sodio y cualquier aceite esencial que te guste. Esta mezcla podrás rociarlo de vez en cuando durante la semana para que no se pierda ese buen olor.