Las baldosas son uno de los materiales más usados, pero a la vez de los que pierden su brillo con más facilidad. Esto se debe, en la mayoría de ocasiones, al paso del tiempo y, sobre todo, a la forma de limpiarlos y mantenerlos. Pero, ¿cómo podemos dejarlos como nuevos? Lo más importante será realizar una limpieza de la superficie utilizando productos suaves, si la suciedad persiste habrá que utilizar productos algo más fuertes, pero siempre probando en una esquina poco visible, así sabrás si el producto es adecuado o si, por el contrario, es muy abrasivo y no cumple la función que buscamos de limpiar la baldosa y recuperar su brillo.
Un buen producto será el vinagre, ya que se trata de un ácido orgánico suave con el que se podrá eliminar la suciedad y la grasa, sin estropear la superficie. Este se tendrá que mezclar con un poco de agua, dejándolo actuar durante unos cinco o diez minutos. Luego, habrá que aclararlo.
Otra buena opción será el detergente, que como el vinagre, se deberá mezclar con un poco de agua. Además, servirá para eliminar las manchas que el vinagre no hayan podido eliminar. En el caso de que se trate de una superficie delicada, lo más recomendable será utilizar un gel de baño, que será más suave.
Una alternativa será hacer uso de un quitagrasas, convirtiéndose en el método más agresivo y por el que deberás optar como última alternativa. Por tanto, será importante que se pruebe en algún lugar que no se vea demasiado. Una vez que lo hemos aplicado habrá que esperar unos cinco o diez minutos hasta que se vaya la suciedad. Luego, deberás realizar el aclarado.
En el caso de que no hayamos podido quitar todas las manchas de las baldosas habrá que recurrir a productos específicos para eliminar la suciedad. Estos productos se venden en lugar especializados y serán tanto puros como diluidos.