Los murciélagos pueden convertirse en un gran enemigo si no sabemos cómo deshacernos de ellos. Normalmente puede ser que revoloteen por fuera de casa, pero cabe la posibilidad de que, en ocasiones, entren dentro de nuestro hogar. Pero, una vez que están en el interior de la vivienda, ¿qué podemos hacer para ahuyentarlos sin hacerles daño?
Lo primero que hay que hacer será saber dónde se encuentra su nido. Si vemos un lugar donde se acumulan los excrementos podremos intuir que es ahí donde está el nido. Será esencial que no se toquen los excrementos.
Una vez que lo hemos localizado podremos colocar bolitas de naftalina, que tienen un fuerte olor y suelen espantar a los murciélagos. Además, evitará que sigan haciendo el nido. Una vez que se hayan ido podrás incluir estas bolitas en las rendijas por donde estén entrando los murciélagos para evitar que vuelvan a hacerlo.
Si quieres optar por molestar lo menos posible a los murciélagos tendrás que pulverizar agua sobre la zona donde anidan los animales. Esto hará que salgan desorientados y volando.
Sí que es cierto que en el mercado nos podemos encontrar con numerosos repelentes contra murciélagos. La elección de uno u otro dependerá del presupuesto que tengas y de tus objetivos.
Otra buena opción, en la que los murciélagos no sufrirán, será colocando un foco de luz. Debes saber que estos animales descansan por el día y salen a volar por la noche. Es por eso que si colocas una bombilla cercana al nido, lo más probable es que se asusten y no vuelvan por ahí.
Si lo que quieres es evitar que se posen siempre podrás optar por colocar una fibra de vidrio en la zona de los techos y las paredes. Una vez que se hayan ido los murciélagos siempre será una buena idea limpiar la zona en la que han estado, sellando todas las grietas y entradas para evitar que vuelvan a la vivienda.