Las berenjenas son uno de esos productos que forman parte de nuestra dieta mediterránea. Eso sí, se trata de un alimento que puede estropearse fácilmente con el paso del tiempo. Es por eso que será importante saber cómo conservarlas correctamente.
Aunque la berenjena es un producto que se cultiva en los meses de más calor, en el supermercado podremos encontrarla durante todo el año. En el caso de que quieras disfrutar de ella en cualquier época del año, lo más recomendable será que la congeles. Esta será una opción más rápida y cómoda.
Congelarla será una buena opción ya que no se perderán las propiedades de la berenjena. Además, tampoco se perderá su sabor. Eso sí, lo primero que debes saber es que no se pueden congelar sin cocinar, es decir, crudas. Por eso, antes habrá que escaldarlas. Para ello, habrá que ponerlas en una olla con agua hirviendo y un poco de limón.
Luego, se tendrá que dejar al fuego durante unos minutos. El siguiente paso será sacarlas y colocarlos en un bol con agua fría o con cubitos de hielo. De esta manera, detendrás el proceso de cocción. Tras esto, habrá que secarlas en un papel absorbente y congelarla. Respecto al tiempo que debe estar la berenjena en agua de cocción, esto dependerá de la cantidad y de los trozos de la berenjena. De la misma forma podrás congelar las berenjenas una vez que la hayas cocinado.
Para conservarlas, las berenjenas se podrán cocinar de una infinidad de formas. Así, lo más recomendable será hacerlas rellenas, que podrán cocinarse con carne picada o con la propia carne de la berenjena. Otra opción será hacer un pisto, en el que incluyas otras verduras, entre las que se encuentra la berenjena. También, el paté de berenjena será una buena idea para que estas duren durante más tiempo. Será importante, de la misma forma, que se conserven en un lugar adecuado.