Tras el éxito que alcanzó como presentador, el de Alcalá de Guadaira decidió darle un giro a su vida. En 2020, antes de la llegada de la pandemia, Roberto Leal y su mujer Sara Rubio decidieron dejar atrás el piso en el que vivían en el norte de Madrid para mudarse a un nuevo chalet de más de 370 metros en el municipio de Las Rozas, a las afueras de la capital.
El nuevo hogar del presentador nada tiene que ver con su anterior morada. Se trata de una espaciosa casa unifamiliar de dos plantas que además cuenta con una gran joya escondida: un enorme jardín trasero.
Gracias a las instantáneas que Roberto ha compartido en sus redes sociales estos últimos años, el periodista ha demostrado tener un gusto refinado en lo que a decoración se refiere. A pesar de tener a dos pequeños de cuatro y dos años, la pareja decidió optar por colores claros, algo que a veces es complicado de gestionar con niños de tan corta edad.
Como puedes ver en le vídeo de apertura, en la planta inferior el gran protagonista es el salón, donde reina una perfecta armonía entre el color blanco de las paredes y los detalles en color madera. Este tono está presente tanto en el suelo de parqué como en los muebles que decoran la sala: una mesa principal, el mueble bajo el televisor, los marcos de las puertas o el gran espejo que corona una de las paredes de la estancia.
Este espacio está decorado meticulosamente, y por sus paredes se pueden observar multitud de cuadros y marcos de fotos de color negro, el mismo tono que el de la atrevida chimenea empotrada en la pared. El sofá de un tono entre el gris y el banco roto se complementa a la perfección con los coloridos cojines del periodista, turquesas y mostazas, y el resto detalles del comedor. Se trata de una estancia amplia y muy luminosa, gracias a que una gran parte de la casa está rodeada por grandes cristales que deja pasar la luz natural. Concretamente, una de las paredes laterales del salón es una enorme cristalera que da paso directamente al jardín de la vivienda.
En esta misma planta se encuentra la cocina que el presentador decidió reformar a principios de año y que sigue la estética ordenada y limpia del resto de la casa. De la planta superior poco se ha podido adivinar en estos años. Al contrario que con el jardín o el salón donde el presentador a compartido miles de momentos en sus redes, Roberto ha preferido mantener la privacidad de los lugares más íntimos de la casa, los dormitorios, de los que tan solo se ha podido ver que los de sus pequeños está repleto de juguetes.
Sin lugar a duda, se trata del lugar preferido de toda la familia, o eso es lo que se puede intuir gracias al Instagram del presentador. Desde hacer ejercicio, hasta jugar con sus dos pequeños, Lola y Leo y con su perrita Pepa. Se trata de una parcela amplia donde la familia disfruta del tiempo juntos. Cuenta con una gran piscina vallada, una zona de juegos para los pequeños de la casa, con cama elástica y casita incluidos y una zona de relax con sofá y mesita.
El jardín de Roberto Leal es la joya de la casa. Desde aquí el sevillano a compartido sus entrenos y sus momentos más íntimos con familia y amigos. Y además de la zona de descanso exterior, el presentador cuenta con una zona con porche pegada a la vivienda, donde otro sofá de tonalidades azules y otra mesita hacen de terraza en las épocas de calor.