Alejandro Sanz ha decidido cerrar su etapa en La Finca, la exclusiva urbanización de las afueras de Madrid donde se concentran las personalidades más vip que residen en la capital. El cantante lleva viviendo entre deportistas de élite, artistas top y políticos casi una década. Un largo periodo al que ahora pone fin para marcharse no muy lejos, a tan solo cuatro kilómetros de distancia.
Según ha informado la revista Semana, el cantante habría decidido dejar la casa que tenía en alquiler junto a su pareja en Pozuelo de Alarcón para mudarse a una mansión recién reformada de 2.000 metros cuadrados.
Según la publicación, el cantante y su pareja, la pintora y escultora Rachel Valdés, habrían tomado esta decisión con la intención de realizar un cambio en su vida. La pareja buscaba tener un hogar donde tuviesen mayor privacidad y que además les permitiese desarrollar sus labores profesionales dentro de la propia casa.
De esta manera, el intérprete de 'Amiga Mía' ha decidido mudarse a una propiedad en Somosaguas, al oeste de Madrid, muy cerca de su antigua vivienda y donde el espacio ha sido el requisito indispensable que la pareja buscaba. En su nuevo hogar no faltarán habitaciones, un enorme jardín con piscina incluida, un gimnasio o un increíble porche que hará de terraza junto al salón. Además tendrá espacio más que suficiente para que la pareja pueda trabajar en sus respectivas creaciones.
Sanz, que está acostumbrado a tener su propio estudio de grabación dentro de su hogar, contará con un set perfectamente equipado para poder seguir componiendo y creando su música. Por su parte, su novia, Rachel, artista de profesión, buscaba tener un lugar donde poder dar rienda suelta a su inspiración y poder comenzar sus creaciones sin tener que desplazarse hasta el estudio que la joven posee en Alcorcón.
El cantante, que, gracias a los éxitos que ha cosechado con su larga carrera musical, vivió en Miami una larga temporada, se muda ahora a un impresionante chalet de estilo 'cubo', moderno y muy similar a la mansión en la que residió en el 2050 de North Bay Road durante su etapa en Estados Unidos.
Con una parcela de 6.500 metros cuadrados, el chalet del autor de 'Corazón partío' cuenta con espació suficiente para que los cuatro hijos que ha tenido el cantante con sus exparejas puedan ir a visitarlo. Manuela, fruto de su relación con la modelo y actriz mexicana Jaydy Michel, Alexander nacido de su breve noviazgo con la diseñadora puertorriqueña Valeria Rivera, y por último Dylan y Alma, fruto de su matrimonio con Raquel Perera, de quien se divorció hace tan solo un par de años tras un complejo proceso de separación. Todos ellos mantienen una relación muy estrecha con su progenitor, quien siempre ha tenido claro que sus hijos son el motor de su vida y el "mejor regalo" que le han podido dar.