Llegar a casa en los días de más frío y tener la chimenea encendida proporciona una sensación de hogar. Es por eso que, para aquellos que dispongan de una, será el complemento perfecto en la temporada de invierno. Aunque eso sí, uno de los retos que podremos encontrarnos será saber encenderla. Por eso, en Divinty te enseñamos cómo podremos prender los troncos sin ningún tipo de problema.
Lo primordial es que limpiemos la zona una vez que la hemos utilizado. De esta manera, la chimenea funcionará mejor y evitarás que se produzcan incendios en el tubo. Es por eso que será imprescindible deshollinar la chimenea cada temporada.
Una vez que observemos que el lugar ya está completamente limpio tendremos que hacernos con la leña. Puede ser que esto, además de la instalación de la chimenea, sea lo más costoso, económicamente hablando. Debemos tener leña fina, ramas más pequeñas, palitos o astillas para encender el fuego. Para el encendido, podremos contar con las conocidas pastillas de encendido.
Cuando ya te hayas hecho con todos los complementos necesarios, que podrás encontrar en cualquier supermercado, habrá que abrir el tiro. Esto se tendrá que mantener durante veinte minutos en esa misma posición. En el caso de que la chimenea tenga respiraderos también habrá que abrirlos. El objetivo será que el fuego tenga la oxigenación necesaria.
Los primeros troncos que tendrás que colocar serán aquellos más blandos, como puede ser la madera de pino, ya que prenderá más rápidamente. Además, deberás asegurarte que están secos y limpios. Si tienes un tronco más voluminoso podrás añadirlo a la chimenea, pero deberá colocarse en el fondo, apoyando las ramas más finas en el fondo.
Habrá distintas formas de colocación, pero lo más práctico y efectivo será colocar la leña en forma de pirámide, dejando un hueco abajo. Una vez que ya está perfectamente colocado podremos hacer uso de las pastillas de encendido, que serán especialmente rápidas en el encendido.
El encendido
Habrá que encender la pastilla con un mechero o cerilla, poniendo las ramitas o las astillas más pequeñas encima. Si has colocado la leña en forma de ‘montaña’ siempre deberás introducir la pastilla en el hueco central y, luego, añadir los leños. De esta manera, observaremos como el fuego prende rápidamente. Si esto no sucede deberemos comprobar cuál es el problema. Probablemente sea porque la madera está húmeda, porque no la hemos colocado correctamente o porque no hemos sabido encender la pastilla.
Si no tienes pastillas, aunque será la técnica más rápida, siempre podrás hacer uso de unas cerillas de encendido. Lo ideal será que estas sean más alargadas, lo que facilitarán esta labor. También, habrá otras opciones como la lana del bosque con ceras naturales y pastillas o discos hechos con madera prensada.
Aún así, siempre habrá que tener cierta precaución con el encendido y la chimenea. Deberemos tener especial cuidado con el papel y el cartón, ya que son dos productos que se queman con facilidad. También, habrá que prestar atención a lo que echamos en la chimenea, ya que algunos productos prenderán más que otros. De la misma forma será esencial hacerte con algunos utensilios especiales como las pinzas, ganchos, cepillo y pala.