Vivir en un sitio con bajas temperaturas puede provocar distintas complicaciones en la vivienda, sobre todo si la casa es especialmente vieja. Uno de los problemas más comunes que podemos encontrarnos será la congelación de las tuberías. Pero, ¿cómo podremos evitar quedarnos sin agua corriente en plena ola de frío?
Si la casa es nueva, nos encontraremos que las tuberías exteriores están ubicadas en un cajón de obra, metálico o de cartón de yeso forrado con un aislamiento térmico. Así, lo más normal será el ‘calorifugado’, una técnica que consistirá en aplicar unos aislamientos específicos con los que evitaremos la pérdida de frío.
También, en las temporadas de más frío, será recomendable comprobar que está cerrada correctamente la puerta del contador. Además, habrá que proteger este con una serie de materiales que evitarán que el contador se enfríe. Lo mejor será envolverlo, dejando libre la esfera. Así, podrás colocar algunos tejidos aislantes como la lana o la fibra de vidrio o, incluso, papel de periódico.
Será importante que tengas en cuenta que el contador no se podrá manipular, ya que pertenece a la compañía. Además, deberá estar colocado en el exterior o en la fachada. Respecto a las tuberías que se ubican en el exterior, no será muy normal que se congelen, ya que tendrán que ir calorifugadas con lana de roca.
En el caso de que no estén aisladas podrías colocar cualquier tipo de abrigo, de forma provisional. Además, podrás usar espuma de poliuretano, porexpán o cualquier otro material que sirva como aislante. Luego, se deberá colocar una tela que pueda abrazar la tubería y el aislante, fijándolo con una cinta adhesiva impermeable.
Será esencial que dejes todas las mangueras completamente recogidas y vacías. Por su parte, los gritos deberán cortarse y vaciarse. Para que no se congele, lo mejor será que gotee la llave. Además, dentro de la vivienda habrá que mantener las tuberías a una temperatura óptima, es decir, a unos 13 grados, para que pueda circular el agua caliente.
Si observamos que ninguno de estos métodos son efectivos habrá que almacenar agua. En el caso de que no vayas a estar en tu vivienda siempre podrás dejar cerrado el contador de agua y vaciar la instalación por completo gracias a los grifos. Así, no se podrán congelar, ya que no tendrán agua.
También, se podrá poner la caldera en ‘modo invierno’, ya que, así, el sistema se pondrá en marcha antes de que se congele el agua. Si tu caldera no lo tiene podrás dejar el termostato para que la temperatura de la casa se sitúe en unos 3 grados.
En el caso de que las tuberías ya se hayan congelado habrá que revisar si lo han hecho por completo o solamente un tramo. Una vez que hemos localizado la zona se podrá aplicar un soplete o cualquier otro aparato que produzca calor. Para descongelar el contador del agua habrá que aplicar calor seco de forma indirecta. Así, podrás utilizar un secador de pelo o un radiador.