Una rosa siempre puede recordarnos a un momento importante. Es por eso que será normal que queramos conservarla durante el mayor tiempo posible. Es cierto que se trata de un tipo de flor que no aguantará muchos días en unas condiciones óptimas, por lo que lo ideal será secarla. Pero, ¿cómo podremos hacerlo?
Una de las formas más comunes que siempre nos han enseñado para secar una flor es ponerla boca abajo. De esta manera, dejarás que el agua se evapore de forma natural. Para ello, deberás hacerte con una rosa de 15 cm de tallo y atarlas en grupo, en el caso de que tengas varias, con un par de hilos a la altura del tallo.
Después, deberás colgarla en una habitación seca y con poca luz. Podrás colgar la rosa de una percha o directamente con el hilo. Pasados unos quince o veinte días se habrán secado por completo. Una vez que ha acabado todo el proceso, y para tener un óptimo resultado, lo más recomendable será aplicar un poco de laca, para que conserven su forma natural durante más tiempo.
Otra de las maneras en las que podrás secarlas, y que será de lo más original, será gracias a un microondas. Para ello, deberás colocar una capa de gel de sílice sobre una bandeja o sobre un recipiente de microondas. Luego, habrá que colocar la flor sobre el producto e introducir la bandeja dentro del microondas. Tendrás que esperar durante unos tres minutos para observar el resultado. Tras esto, será importante que dejes que se enfríe durante unas cuantas horas. El siguiente paso será colgarla y airearla durante dos o tres días.
También el horno será una buena idea para secar tu rosa. Para lograr el resultado esperado deberás hacerte con algún soporte que te deje colocar las flores en una posición vertical dentro del aparato. Para ello, deberás colocar las flores en unos soportes, encendiendo el horno a una temperatura baja, por debajo de los 40 grados.
Así, deberás mantenerlas durante unas tres horas. Será muy importante dejar que se enfríen, ya que en caliente podrán romperse con facilidad. Por eso, lo mejor será que las dejes enfriar dentro del propio horno apagado y con la puerta entreabierta. Una vez frías, podrás aplicar laca para conservarlas mejor.
En el caso de que no quieras complicarte siempre podrás decantarte por secar la rosa en un libro. Se trata de un mecanismo muy antiguo y, a la vez, eficaz. Eso sí, tendrás que tener mucha paciencia, ya que se trata de un proceso lento. Para hacerlo correctamente tendrás que abrir un libro por el centro y colocar las flores sobre una de las páginas.
Una vez que está colocada en el centro habrá que cerrar el libro con mucho cuidado, asegurando que las rosas queden fijas. Para hacer más efectivo el proceso podrás poner algún objeto con más peso. Así, en unos 15 o 30 días, ya tendrás tu rosa seca.