Son muchas las personas aficionadas a la jardinería que deciden hacer crecer sus plantas desde un primer momento. Para ello, será muy importante, además de “tener mano con las plantas”, saber bien cómo conservar las semillas de un año para otro o de una temporada para otra. Además, habrá que saber que no todas las plantas nacen en el mismo momento y, por eso, deberemos esperar. Pero, ¿cómo podremos conservar las semillas de un año a otro?
Lo más normal será que coseches las semillas durante el verano y, las sobrantes, las conserves. Será importante almacenarlas de la forma más adecuada. Esto se deberá realizar durante los meses más fríos, con una baja humedad y con poca luz. Sí que es cierto que no todas las semillas durarán el mismo tiempo y, por eso, lo más normal, de forma general, será que aguanten durante una temporada.
Para ello, en el caso de que estés recolectando y, además, guardando las semillas de tus propias plantas, será esencial que las guardes en un periódico y las dejes sacar al aire durante una semana. Además, será importante que las separes dependiendo de las plantas e incluyas su nombre.
Una vez que haya pasado la semana, lo mejor será colocarlas en pequeños paquetes o sobres, etiquetándolos. También, será importante que dejes constancia de la fecha. Por tanto, será esencial que se sequen correctamente las semillas y, luego, se almacenen en las condiciones adecuadas. De esta manera, habrá más posibilidad de germinar y producir unas plantas más sanas cuando se plantan.
Existen dos tipos de semillas: aquellas que son tolerantes a la desecación y, otras, intolerantes a la desecación. Esto será fundamental para su plantación. La mayoría de plantas que puedes tener en tu jardín sí que será seguro secarlas con facilidad y aguantarán mucho tiempo. Entre las excepciones, nos encontramos con las plantas acuáticas, las plantas de semilla grande y algunos árboles como los robles y los castaños. Todos estos producen semillas intolerantes a la desecación y morirán si las dejamos secar.
En el caso de las semillas de los árboles cítricos, estas se podrán secar y almacenar durante un tiempo. Eso sí, perderán su viabilidad en poco tiempo y, también, germinarán más lentamente. Además, sufrirán el riesgo de daños microbianos durante su germinación. Estas también germinarán más fácilmente si se plantan con semillas frescas.
Para aquellas semillas que sí se pueden secar se tendrán que mantener en un recipiente cerrado, como puede ser un tupper. Y, luego, habrá que etiquetarlas, como se hace normalmente. Además, el tarro habrá que colocarlo en un lugar fresco y oscuro.