Cómo limpiar la lavadora por dentro, paso a paso: del tambor a los controles

La lavadora es un electrodoméstico imprescindible en nuestro hogar y uno de los que más utilizamos. Pero aunque sea el que utilizamos para tener la ropa limpia, no significa que no tengamos que limpiarlo también cada cierto tiempo. Si no lo hacemos, se acumulan residuos, suciedad y moho, llegando a disminuir su eficiencia. Te contamos cómo limpiar la lavadora por dentro paso a paso para que la mantengas en las mejores condiciones, de tal forma que cada ciclo de lavado sea tan impecable como se espera. 

Paso 1: El tambor

Aunque del tambor la ropa salga limpia, lo cierto es que entra sucia y, en ocasiones deja residuos. Para limpiarlo lo primero que tienes que hacer es vaciarlo por completo, asegurándote de que no queda ropa ni hay ningún pequeño objeto.

Después prepara una mezcla con agua caliente y bicarbonato de sodio. También puedes utilizar un detergente suave. Esta solución de limpieza te servirá para eliminar residuos y malos olores. Vierte la mezcla en el tambor y extiéndela con un paño por todas las superficies. Deja actuar la mezcla 30 minutos y vuelve a pasar el paño por si queda algún resto de suciedad. Por último, enjuaga el tambor con agua para eliminar el detergente. 

Paso 2: El dispensador de detergente

El dispensador de detergente es otra de las zonas de la lavadora que debes limpiar con regularidad para evitar que se acumulen residuos y moho. Sigue las instrucciones del fabricante y retira el dispensador de la lavadora. Lávalo en agua caliente con un jabón suave y ayúdate con un cepillo de dientes viejo para eliminar los residuos más difíciles de quitar. Cuando termines, enjuaga bien con agua, asegurándote de que no queda ningún resto de detergente y vuelve a colocarlo tal y como indican las instrucciones. 

Paso 3: La goma de sellado y el filtro

Tanto la goma de sellado como el filtro de la lavadora son zonas muy propensas a la acumulación de moho y suciedad. Comienza por la goma de sellado y límpiala con un paño humedecido, que te permita eliminar los restos de detergente y residuos como pelusas o cabello. 

Continúa por el filtro de la lavadora, que suele estar en la parte inferior delantera, y retíralo tal y como indiquen las instrucciones del fabricante. Lo esperable es que salga agua, así que ten un recipiente a mano para que caiga cuando llegues a este paso. Limpia el filtro con agua corriente y, si es necesario, con ayuda de un cepillo. Después, espera a que se seque bien antes de volver a colocarlo en su sitio y asegúrate de que queda bien encajado. 

Paso 4: El exterior y los controles

Limpiar el exterior y los controles de la lavadora no solo mejora su apariencia, sino que también asegura su funcionamiento. Solo tienes que humedecer un paño en agua tibia con un detergente suave y limpiar bien toda la superficie. Evita que la zona de los controles se moje en exceso para que no se dañen los componentes electrónicos. Luego pasa un paño seco y ya tendrás tu lavadora a punto.