Para que una camisa nos quede impecable debe estar perfectamente planchada. Pero eso es incompatible en determinadas ocasiones en las que no disponemos de una plancha a mano porque, por ejemplo, estamos de viaje. A veces, sencillamente, haríamos cualquier cosas por evitar sacar la dichosa tabla de la plancha y ponernos al lío. Es en esos momentos cuando necesitamos conocer los mejores trucos para eliminar las arrugas de una camisa sin planchar. Te sacarán de más de un apuro y conseguirás ir siempre perfecta. ¡Toma nota!
Cuanto menos arrugas tenga tu camisa, más fácil será eliminarlas. Tras el lavado, ponla en una percha para que se seque y estírala con la mano. Así reducirás el número de arrugas y las que haya no estarán muy marcadas.
Si vas a viajar y debes guardar tu camisa en una maleta, te va a compensar que ya esté planchada. Así solo se formarán algunas arrugas fáciles de eliminar. Para que así sea dobla bien la camisa, siguiendo alguna fórmula eficaz que reduzca la posibilidad de que se arrugue.
No nos referimos a que te duches llevando la camisa puesta, sino a que la lleves contigo al baño cuando vayas a ducharte. El vapor del agua caliente que utilices mientras te duchas actuará sobre las arrugas de tu camisa y las eliminará. Acuérdate de poner la camisa en una percha lo más cerca posible de la ducha, estirándola previamente con las manos, y de cerrar la puerta del baño para que la concentración de calor sea mayor.
En casa o un hotel tienes muchas posibilidades de contar con un secador de pelo. Esta herramienta de calor para el cabello puede ser tan eficaz como una plancha a la hora de sacarte de un apuro. Lo primero que tienes que hacer es poner tu camisa en una percha bien estirada. A continuación, enciende el secador y ponlo a la máxima potencia. Pásalo por toda la camisa para que el calor la planche, haciendo especial hincapié en las zonas en las que haya arrugas marcadas. En menos de lo que imaginas tendrás la camisa lista para vestirla.
Este truco te servirá cuando estés en casa y tengas una camisa arrugada por el uso que aún no necesita pasar por la lavadora. En un pulverizador mezcla vinagre blanco y agua a partes iguales. Después, pulveriza una pequeña cantidad sobre las arrugas de tu camisa y deja que se seque. Verás como las arrugas desaparecen y la camisa vuelve a estar lista para que te la pongas al día siguiente.