Shaila Dúrcal se ha convertido en la propietaria de la casa de sus padres, una impresionante vivienda con una gran parcela que los hermanos heredaron tras la muerte de Rocío Dúrcal y Antonio Morales. Se trata del hogar en Madrid en el que formaron una familia y, tras más de una década cerrada, la artista ha llegado a un acuerdo con sus hermanos para convertirse en la nueva dueña de Casa Dúrcal, que es el nombre que ha elegido poner a su nuevo hogar. "Aquí tenemos tantos recuerdos... Viví aquí desde que tenía dos meses. Mi madre se fue cuando yo tenía 26 años, se aprende a vivir con ello pero siempre me hace falta", ha contado en la entrevista que ha concedido a la revista Lecturas.
Actualmente, Shaila Dúrcal vive entre EEUU y México, por lo que la casa de Madrid no va a ser su vivienda habitual. Sin embargo, aunque la mayor parte de su tiempo lo pase en el extranjero por sus compromisos profesionales, la artista ha confesado que venir a su tierra es "muy importante" para ella y va a intentar organizarse mejor para pasar más tiempo en España. Aunque ha logrado una carrera internacional, algo que considera "muy bonito", su corazón siempre ha estado en el país en el que creció: "Donde perdí a mi madre y donde perdí a mis hermanos porque estaban muy lejos. Me he pasado la vida sin ellos y me apetecía mucho estar aquí".
En su entrevista al medio citado anteriormente, Shaila cuenta que siempre les dijo a sus hermanos que quería esa casa. "Ellos fueron los pioneros del arranque de esto, estoy muy agradecida", ha explicado la artista que sabe que sus hermanos han hecho "todo lo posible" para que ese se convirtiese en su hogar cada vez que esté en Madrid. "Me costaba mucho pensar que no la íbamos a tener. Me fascina desde pequeña su arquitectura, me demuestra lo modernos que eran mis padres para la época. Hemos mantenido la esencia", explica.
Lo que más ilusión le hace a la artista es cuidar la parte sentimental que tiene esa casa, volver a llenar de vida como cuando sus padres vivían en ella. Además, su hermano y sus sobrinos viven muy cercan y ella considera que sigue siendo "de todos". La decisión "no fue de un día para otro", y desde que entraron de nuevo en esas paredes han encontrado "recuerdos maravillosos". Entre ellos los vestidos de su madre, que son con los que ahora disfruta su hija.
Sin duda, lo más especial para Shaila es que siempre tendrá cerca a su madre, ya que parte de sus cenizas están en ese jardín. "Este es el valle de mami. Otra parte de sus cenizas está en la Basílica de Guadalupe, en Ciudad de México. Les doy permiso a mis fans para que digan que son familia y puedan ir. La visitan y todo, todos son nuestros primos porque si no, no pueden entrar", ha contado.
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