Si estás pensando en darle un nuevo aspecto a tu baño, además de cambiar los elementos decorativos y algún mueble, es posible que te hasa planteado pintar los azulejos tú misma. Si tomas nota de los trucos y consejos que te damos a continuación, verás que no resulta muy complicado y el resultado merecerá la pena. Presta atención y ¡manos a la obra!
Si te lo tomas con calma, puedes tardar dos días en tener los azulejos pintados, secos y el baño colocado. Pero si no dispones de tanto tiempo, reserva al menos un día completo para poder dar más de una capa y garantizar el correcto secado de la pintura.
Aunque parezca que la pintura no tiene ningún riesgo, se trata de un producto químico que no deberías inhalar ni permitir que entre en contacto con tu piel. Así que, además de recogerte el pelo y ponerte ropa que pueda mancharse, utiliza una mascarilla y guantes para no correr ningún riesgo.
No todas las pinturas son iguales y la que escojas debe adaptarse al uso que le vas a dar. Si lo que vas a pintar son los azulejos del baño, asegúrate de que es una pintura lavable para que puedas limpiarlos siempre que sea necesario. Además, necesitas que sea un pintura que resista los ambientes húmedos y no favorezca la aparición de moho.
Para conseguir un buen resultado, deberás aplicar al menos dos capas de pintura. Ten en cuenta que para aplicar una nueva capa la anterior debe estar completamente seca, y eso va a requerir un mínimo de 6 horas. En realidad el secado tarda una hora, pero para poder dar una nueva capa hay que esperar 5 horas.
Antes de pintar debes sacar del baño todos tus productos de aseo y los muebles que no estén fijados. Lo ideal es que quites también el toallero y el portarrollos de papel, aunque tengas que desatornillar. Lo que no puedas sacar, cúbrelo con un plástico para evitar que se manche de pintura.
Es el momento, antes de pintar, de rellenar con masilla las grietas y agujeros, además de retirar con ayuda de una espátula posibles restos de pintura. Para un acabado más profesional, aspira el polvo y lija con suavidad las molduras.
No es capricho empezar con el techo, sino la forma de evitar que caiga pintura sobre superficies que ya has pintado y se estropee el acabado. Después, puedes seguir por las paredes hasta tener tu baño perfectamente pintado. Acuérdate del tiempo de secado ¡y de dar una segunda capa de pintura!