Envolverse en una toalla suave y absorbente tras la ducha es un verdadero placer. Pero para conseguir esa textura tan agradable es preciso seguir algunas recomendaciones de lavado, sobre todo para que las toallas nuevas no suelten pelusa y, además, absorban bien la humedad. Te contamos qué pasos debes seguir antes del primer uso para que queden como recién compradas.
Antes de utilizar tu toalla nueva, ponla durante 24 horas en remojo en agua fría. Así las fibras de algodón se expandirán y la toalla será más absorbente. Además, si tiene exceso de color, lo perderá antes de pasar por la lavadora. Si añades un poco de vinagre al agua, el color original se quedará fijado. Pasadas las 24 horas, introduce la toalla en la lavadora y programa un ciclo a 90ºC. Veras qué suave queda y cómo absorbe el agua cada vez que la utilices.
Si después de haber tomado las precauciones anteriores, ves que tu toalla nueva suelta pelusas, no te preocupes porque hay una solución. Es muy habitual que esto ocurra, pero queremos acabar con las pelusas cuanto antes, así que toma nota:
Con estos pasos debería bastar para que tu toalla nueva no suelte pelusas. Si le queda algún resto y tienes secadora en casa, programa un secado y veras cómo terminan de desaparecer. A partir de aquí, ya podrás utilizar tu toalla y lavarla con total normalidad.