El Palacio de Marivent ha sido la residencia favorita por excelencia de la familia real durante sus vacaciones de verano, y es que se ha convertido en el mejor refugio para Letizia y Felipe VI. Además, allí han protagonizado algunos de los posados más famosos que hemos podido ver de ellos desde hace años.
Instantáneas que será muy difícil que se repitan, sobre todo teniendo en cuenta que los lazos con algunos miembros de la familia están rotos. Los escalones y muros de la famosa edificación situada en Palma de Mallorca se convierten cada año en el foco principal de los reporteros, que no quieren perderse ningún detalle o gesto.
Mucho han cambiado las cosas en estos últimos años, reduciendo la presencia familiar a Letizia, Felipe y sus dos hijas. Mientras que, en el pasado, la familia real al completo posaba sonriente y feliz presumiendo de su unidad.
Lo que no han cambiado son esos muros y la historia que esconden, construido entre 1923 y 1925 por el arquitecto Guillem Forteza. No fue hasta el año 1973 cuando los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía adquirían la propiedad como residencia veraniega y daban rienda suelta a la tradición.
Situado en un terreno de 33.000 metros cuadrados, y rodeado por frondosos jardines y pinares, el alacio de Marivent ha recibido la visita de personalidades tan ilustres como Diana de Gales, los emperadores de Japón, los Clinton o incluso Mijail Gorbachov, entre muchos otros.
Además, y para los más curiosos, sus jardines están abiertos al público durante buena parte del año y de manera gratuita. Sin embargo, su interior sigue siendo privado. Y, justo por eso, no sabemos mucho acerca de la decoración que lo hace lucir tan especial.
Entre varios de los detalles que hemos podido llegar a conocer, se encuentra que la reina Sofía pudo haberse inspirado en el palacio de verano de la antigua familia griega para decorarlo. Así, no sorprende que impere el mobiliario de estética mallorquina.
De ese modo, sabemos que todavía conserva algún vestigio del pasado y también su distribución. Por ejemplo, en la planta baja se encuentran el comedor, la biblioteca y el dormitorio principal, además de la cocina y el salón. Mientras que las plantas de arriba estarían reservadas únicamente a los dormitorios.
Por otro lado, cabe destacar que el famoso palacio puede presumir de albergar algunas obras de arte de lo más destacadas. Entre ellas, varias esculturas de Joan Miró, buena prueba de la estrecha relación que el artista mantenía con Palma de Mallorca.
Y, entre otras curiosidades, la flora del parque llama mucho la atención, ya que podemos encontrar hasta 40 especies vegetales diferentes. Compuesto por cuatro edificios, entre los que se encuentran el palacio principal y tres casas anexas, los reyes siempre pensaron en sus hijos.
Es más, cada una de ellas está destinada para que la infanta Cristina, la infanta Elena y el rey Felipe se alojen allí cuando veranean en Mallorca. Justo por eso, se ha convertido en el punto de encuentro perfecto para la familia real cada verano.