La vida de la periodista Letizia Ortiz cambió de la noche a la mañana cuando conoció a Felipe de Borbón el 17 octubre de 2002. Ese día, el periodista Pedro Erquicia reunió a un pequeño grupo de 20 personas en su casa para celebrar una cena, entre los que se encontraban ellos dos. Según los testigos de la velada, saltaron chispas entre ambos nada más presentarse, sufriendo un flechazo a primera vista.
El 1 noviembre de 2003, su relación estaba más que consolidada y decidieron oficializar públicamente su compromiso matrimonial. Ocho meses después, el 22 de mayo de 2024, don Felipe y doña Letizia se convirtieron en marido y mujer, en una ceremonia multitudinaria en la Catedral de la Almudena de Madrid ante más de 1200 invitados. En menos de un año y medio, la madre de Leonor se convertía en princesa de Asturias y entraba a formar parte de la familia real española, dejando atrás su vida de plebeya, desde su trabajo como periodista a su vivienda de soltera.
Antes de comprometerse con Felipe de Borbón y mudarse a Zarzuela, la reina Letizia vivía en un piso situado en el barrio de Valdebernardo. Tras ingresar en la familia real española, la monarca le dejó su piso de soltera a su hermana Érika, que acababa de romper con Antonio Vigo, y se mudó junto a su hija Carla, de tan solo cuatro años de edad. Tal y como desvelaron los vecinos en su día, era muy frecuente ver a Paloma Rocasolano en las zonas comunes del edificio. La madre de Letizia visitaba mucho a Érika y Carla, su única nieta en ese momento.
La vivienda, de 85 metros cuadrados, está situada al sur de Madrid, en una urbanización residencial de la zona de Valdebernardo. El complejo de 11 pisos cuenta con pista de tenis, piscina y varias zonas comunitarias, aunque la monarca no hizo mucho uso de las instalaciones, según aseguraron en su día los vecinos.
Cuando la reina dejó el piso para irse a vivir a Zarzuela, su hermana Érika, que acababa de romper con su pareja, Antonio Vigo, se mudó allí junto a su hija, Carla Vigo. Desgraciadamente, tres años después de la boda, la tragedia sacudió a los Ortiz y a la familia real española: Érika fue encontrada sin vida en el domicilio de Valdebernardo.
La noticia sumió a doña Letizia en una profunda depresión, coincidiendo con la recta final de su segundo embarazo.
Dos meses después de la pérdida de su hermana, la reina dio a luz a la infanta Sofía y, tras recuperarse anímicamente, decidió cerrar esa etapa para siempre y vendió la casa por 230.000 euros en 2008. Los compradores del piso, antes de mudarse, reformaron íntegramente la vivienda y, a pesar del morbo de la situación, han preferido vivir en el anonimato y jamás han concedido ninguna declaración a los medios de comunicación.